Los procesos de aprendizajes en niños son muy complejos, y se ven afectados por distintos factores. Una sala acogedora en muchos casos puede ser la clave para que el proceso sea más placentero para alumnos y profesores.

Por eso, existe un decreto que ordena a los establecimientos a tener las aulas con una temperatura ideal para poder desarrollar las clases sin problemas. El Decreto 548, vigente desde marzo de 1989 indica que, en educación parvularia, las salas deben tener una temperatura mínima de 15°C; en la enseñanza básica y media, las aulas deberán tener una temperatura de 12°C mínima.

Los establecimientos educacionales deberán mantener estas condiciones de temperatura durante el tiempo de permanencia de los párvulos y alumnos, las que deberán lograrse idealmente mediante estrategias pasivas o en su defecto con sistemas de refrigeración y/o calefacción.

Ahora esto es más fácil ya que también por medio de decreto, firmado por el Superintendente de Educación Sebastián Izquierdo, se autoriza a colegios que reciben Subvención Escolar Preferente a usar esos recursos para la compra de implementos de calefacción.

Esto, es de gran ayuda a establecimientos más vulnerables, ya que la Subvención Escolar Preferente, la reciben colegios municipales y particulares subvencionados por cada alumno prioritario o preferente que asista a clases. Es decir, es una subvención relacionada directamente con la vulnerabilidad de los estudiantes.

Esta Subvención, es entregada previa firma de un convenio entre el sostenedor y el MINEDUC llamado Convenio de Igualdad de Oportunidades y Excelencia Educativa, para la implementación de un Plan de Mejoramiento Educativo.

Los recursos que se reciben por SEP, deben ser destinados exclusivamente al plan de mejoramiento del colegio. Y ahora, tener una sala calentita en invierno y una sala fresca en verano, es más factible, y permitirá una estadía más confortable de los alumnos y un mejor aprendizaje.