1. Identidad

Mario Hidalgo, director del Colegio Carmelita Felipe Cortés, ubicado en la comuna de Nogales, Región de Valparaíso, lideró el trabajo del grupo que abordó el tema de la identidad institucional y comenzó señalando que esta era “muy relevante para las instituciones educativas”. 

“La identidad institucional debe destacar y profundizar en los elementos que conforman la esencia y la personalidad de una institución educativa. Esta refleja la imagen y los valores fundamentales que desea transmitir a su comunidad”, señaló Mario como una de las conclusiones. Y añadió que los planes de gestión deben conversar y “estar articulados en base al proyecto educativo”, así como todas las definiciones identitarias del establecimiento. 

Mario contó que abordaron la importancia de ajustar las definiciones identitarias propias de los establecimientos a los tiempos. “Después de la pandemia, el estallido social, hay varios cuestionamientos sobre si realmente los proyectos educativos, la misión que tenemos declarada, realmente ahora es atingente. Y de ahí también sale una conclusión y una tarea para todas las comunidades educativas”. 

También, como cuenta el director, se reflexionó sobre la relevancia de que la identidad se vea reflejada en la comunidad, es decir, “que nuestro entorno, nuestros apoderados, nuestros estudiantes logren percibir esa identidad que nosotros queremos transmitir”. Que no quede “en un cuadro en una oficina”, señaló, agregando que es importante vivir concretamente la misión y visión. Abordó también la importancia del tema visual, donde los colores y tipografías reflejen la identidad institucional. 

Como ejemplo, dijo: “Somos colegios institucionales confesionales católicos. Cuando yo entro a un colegio debo ver la imagen religiosa, un altar, si no, no estoy apuntando a la misión que tengo declarada”. 

“En el fondo, la identidad institucional es lo que va a hacer de la institución distinta a otra y en qué sentido estoy aportando a la sociedad. Qué tipo de estudiantes quiero formar”, concluyó. 

2. Gestión de personas

Juan Pablo Arriagada, director del Instituto Politécnico San Miguel Arcángel de San Miguel, Región Metropolitana, y Juan Raúl Cid, director del Colegio María Reina de Lanco, Región de Los Ríos, lideraron el trabajo grupal en torno al tema gestión de personas. 

Raúl Cid comenzó señalando que abordaron este tema con la nueva mirada de hoy: “Antes se hablaba de gestión de recursos humanos, hoy día es una persona. Ponemos a la persona en el centro y eso hace una mirada muy distinta. Nos permite, de cierto modo, hablar de una educación más cercana, como lo requiere un colegio convencional católico”, afirmó. 

Y con este marco, abordó las cinco conclusiones de su grupo. En primer lugar, no perder el norte de la importancia de la persona y que esta es el centro de todo. 

En segundo lugar, considerar también a la familia, “porque necesitamos de ella, de su compromiso para ayudar al profesor, para que este también se sienta valorado y apoyado en este proceso de formación de nuestros estudiantes y así conseguir un proyecto educativo exitoso”. 

El tercer punto abordado fue en relación con la integralidad: “Entender que la gestión de personas tiene que ser parte de la cultura de la organización. Una cultura de apoyo al profesor, a la familia, al estudiante, a los colaboradores en general. Para que un trabajo mancomunado en equipo nos lleve a conseguir el proceso educativo deseado”. 

El cuarto punto planteado fue respecto a lo que debe abordar la gestión de personas, que es más que la contratación de un nuevo personal, “es la formación de los profesores, de nuestros equipos, también el reconocimiento, el bienestar de todos los miembros de la institución”. 

Por último, finalizaron señalando que “la gestión de personas es ayudar a otro a ser feliz. Ese es el sentido: la persona y el fin último, que sea feliz. Trabajando, educándose, y también las familias, que estén felices de que sus hijos estén en nuestra organización”. 

3. Sistema de información y gestión para la toma de decisiones 

Alfredo Sandoval, director del Colegio Polivalente Elisa Valdés de Puente Alto, Región Metropolitana, junto a Jaime Bascuñán, director de la Escuela Agrícola Las Garzas, ubicado en Chimbarongo, Región de O’Higgins, lideraron el trabajo del grupo que trató este tema. 

Alfredo comenzó señalando que identificaron ámbitos que inciden en la gestión y “buena” dirección y en la toma de decisiones, enfatizando en el calificativo “buena” que fue añadido por el grupo. 

Estos ámbitos son: “La adherencia definitivamente a la misión, visión y valores. Y cómo la institución pone con claridad cuáles son los objetivos y cómo la comunidad se tiene que alinear a ellos”, afirmó. 

En segundo lugar, enfatizaron en la importancia del compromiso que la familia tiene con la institución. En tercer lugar, en mantener la motivación de los estudiantes por el desarrollo de sus conocimientos y en cuarto lugar, la excelencia. 

Sandoval destacó la relevancia de los profesores en estos ámbitos, ya que son quienes finalmente llevan a cabo la acción pedagógica en el aula, en el día a día, e instalan el ideario de lo que la institución espera de la comunidad. 

Jaime Bascuñán destacó la importancia de la labor del director en temas de gestión, pues es él quien prioriza y toma definiciones tras el análisis de los resultados, señalando que debe ver qué indicadores seguir. 

“Empezamos a observar indicadores de esta nueva manera que nos enseñaron en Villanueva. Que muestren el trabajo personal de gestión de personas, de convivencia escolar, de vinculación con el medio y que también se necesita tiempo para analizarlo”. 

Bascuñán, para terminar, realizó una analogía entre la siembra, la cosecha y las pruebas estandarizadas y otros indicadores, destacando que estas últimas muestran la siembra de un año, no el fruto final. 

4. Liderazgo y gestión 

Carmen Campos, directora del Liceo Bicentenario Técnico Las Nieves, y Elizabeth Ponce, directora del Colegio Industrial Las Nieves, ambos de Puente Alto, Región Metropolitana, lideraron el trabajo del grupo que abordó este tema.  

Campos comenzó señalando que iniciaron la reflexión a partir de tres ideas fuerza: la primera, “liderar es acompañar”; la segunda, “no encargue tareas, delegue responsabilidades”, y como tercera idea, “liderar desde la misión”. 

Elizabeth Ponce complementó afirmando que al abordar la tercera idea fuerza se preguntaron cómo alinear “nuestra misión personal a la misión de la organización” y la importancia de ello. 

“El foco, la priorización y el propósito nos van a permitir seguir el camino estando siempre alineados a la idea de la misión de la organización”, afirmó.  

Respecto al delegar responsabilidades, concluyeron que la confianza es clave para lograrlo: “Debemos confiar en las personas que dirigimos y formarlas. Y esa confianza tiene que ir acompañada de la escucha”. Enfatizando en que es una escucha a todos los estamentos. 

En este punto de delegar responsabilidades, abordaron la importancia del acompañamiento, relacionado también con la idea de que liderar es acompañar: “Tanto de la persona como de la responsabilidad que delegamos. Eso también transmite a los equipos que estamos formando, el criterio que queremos que tengan, lo que hace que las personas tengan más autonomía para liderar junto con nosotros”. 

Como conclusión comentaron tres propuestas. En primer lugar, “tener modelos de gestión que ayuden al director a planificar una mejora”. En segundo lugar, “considerar también el acompañamiento del director”. Y en tercer lugar, “adquirir herramientas para gestionar el cambio, en un contexto donde, precisamente, es lo único seguro que tenemos para enfrentar las nuevas realidades que nos desafían”.

5. Mediación y resolución de conflictos

Carolina Caico, directora del Liceo Bicentenario de Excelencia Agrícola Tecnológico Werner Grob Stolzenbach de La Unión, Región de Los Ríos, y Claudio Asenjo, director del Liceo Agrícola de Chillán, Región de Ñuble, lideraron el trabajo del grupo que abordó el tema. 

Claudio Asenjo comentó que con su grupo enumeraron los problemas más recurrentes que veían en convivencia escolar. Algunos de ellos fueron: la intolerancia, las faltas de respeto de los alumnos hacia los docentes, la falta de compañerismo, violencia física y sicológica; el deterioro del vínculo entre estudiantes y profesores; desregulación emocional, mal uso de la tecnología; impulsividad y frustración de los estudiantes, entre otros. 

Luego, describieron acciones para abordar estos problemas: poner foco en docentes y funcionarios, para que se sientan felices, siendo más tolerantes y flexibles. Asimismo, retomar las escuela para padres, fortalecer los equipos de convivencia y trabajar la mediación. 

Claudio destacó la importancia de este punto: “Mediación entre pares, por ejemplo, entre estudiantes, puede ser una tremenda herramienta para mejorar los conflictos en un colegio”. Y el saber manejar las emociones de los alumnos. 

Otras acciones nombradas fueron: enseñar sobre el buen uso de las redes sociales y, además, usarlas como comunidad de forma positiva.  

También abordaron el rol que debe cumplir la familia para lograr una buena convivencia. “Los padres son los primeros educadores y eso no siempre se está logrando”, afirmó Asenjo, señalando que como establecimientos tienen que lograr el compromiso de los apoderados: “Transmitir objetivos comunes con el colegio. Si no estamos enfocados en los mismos objetivos, estamos dando una pelea perdida. Si el colegio va por este lado y el papá por otro, haciendo malos comentarios, es imposible que el alumno tenga una motivación para ir o querer a su colegio”.