En palabras de uno de los autores del estudio, Isaac Fierro, Máster en Investigación en Educación por la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador del Centro de Innovación en Liderazgo Educativo (CILED, UDD), los profesores de EMTP son profesionales con un fuerte sentido vocacional y con un gran espíritu de servicio, particularmente “al buscar insertarse –a veces con bajas cargas horarias– a los liceos, compartiendo su conocimiento y principalmente sus saberes prácticos. También, y por qué no decirlo, frente a la deserción docente que ya conocemos, se abre un espacio donde otros profesionales pueden buscar experiencias profesionales distintas”.

-¿Cuáles son los factores que los motivan para ser profesores de EMTP?

-Primeramente, es necesario entender que, para este grupo de profesionales, el entrar a las aulas tiene un fuerte sentido vocacional y no responde necesariamente a la “opción más lógica” que va en la línea de sus títulos profesionales, que es el caso de los profesores que estudiaron su pedagogía. Por tanto, entendemos que existe un tremendo espíritu de servicio en los docentes de la EMTP. 

-¿De dónde provienen los profesores que hacen clases en la educación técnico profesional en Chile? ¿Cómo es la normativa para el ejercicio de la docencia?

-Entendemos que la idoneidad de los docentes técnico profesionales está en la mezcla de tres factores: formación de la especialidad técnica, experiencia en el campo laboral y formación en habilidades pedagógicas. Este perfil es escaso en Chile y el mundo: los estados han tenido que decidir entre reclutar como docentes técnicos a pedagogos sin experiencia laboral de especialidad, o a profesionales con experiencia, pero sin habilidades pedagógicas. 

Chile no tiene una postura definida al respecto, sino que principalmente ha omitido esta discusión y complementado con permisos especiales. El Decreto 352/2004 establece un permiso de cinco años –que en la práctica se extiende– cuando se trata de asignaturas de la EMTP.

Señala Isaac Fierro: “No podemos dejar pasar que la Encuesta Nacional de Demanda Laboral (SENCE, 2022) señala que existe, año a año, un déficit de aproximadamente seis mil técnicos profesionales en Chile, en donde los liceos TP son idóneos para proveer del capital humano que movilice la economía. No da igual quién forme a estos técnicos, por lo que se requieren docentes altamente capacitados, actualizados y a la vanguardia de sus disciplinas”.

-¿Cuál es el perfil del docente de EMTP? 

-A veces omitimos el propósito particular que posee la enseñanza media TP en la ruta formativa escolar, que es la transición hacia una vida adulta. En el caso de la EMTP, entonces, el docente no es solo alguien que enseña una asignatura, sino que lidera a los estudiantes de enseñanza media en este tránsito hacia el “mundo real”. 

Cristián Bellei y Juan Pablo Valenzuela (académicos de la UChile) destacan que, dentro de los liceos, el docente TP también enseña normas sociales que provienen de las culturas profesionales –cultura hospitalaria en especialidades de salud; cultura portuaria en las especialidades marítimas–, por lo que actúa realmente como un mentor profesional. Esto requiere, inevitablemente, un piso de competencias de gestión curricular, pedagógica y didáctica, las habilidades socioafectivas con los estudiantes, entre otros. Esto es destacado por la Agencia de la Calidad en un sondeo hecho con los profesores TP en el año 2016, lo cual refuerza la idea de que el docente TP es un “superdocente”, con una visión de la educación para la vida sin fronteras organizacionales.

-¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la EMTP, en especial respecto de la pérdida de aprendizajes? 

-A comienzos de la pandemia sondeamos con los directores TP y estos ya advertían los riesgos sobre los procesos enseñanza-aprendizaje práctico, la vinculación con el mundo del trabajo y el conseguir prácticas profesionales. En su momento, a través del Decreto 546 se hizo frente a las restricciones de movilidad y presencialidad, permitiendo prácticas online en todas las especialidades, reduciendo la duración mínima desde 360 a 180 horas y reconociendo las horas de formación dual o alternancia como práctica. Preocupa el ver que aun cuando ya no tenemos estas restricciones, el decreto sigue vigente al 2023.

Dentro de los establecimientos, el impacto de la pandemia en las prácticas profesionales es aún desconocido. Como primer diagnóstico, encontramos las cifras oficiales del Mineduc que indican que las prácticas realizadas el año 2022 tuvieron una tasa de aprobación de 88%, frente a un 95% en 2019, y las prácticas aprobadas tuvieron en promedio 184 horas en 2022, frente a 413 en 2019. Es muy bajo el logro de los aprendizajes que puedes lograr en un mes de práctica. Además, al considerar que Chile fue el país con mayor tiempo de cierre de establecimientos, las cohortes “pandémicas” tuvieron un acceso limitado o inexistente a los laboratorios y talleres en el liceo.

-¿Cuáles son los lineamientos para la política pública chilena ante la falta de formación pedagógica exigida para especialistas que enseñan en EMTP? 

-Como señalé antes, el Estado ha omitido principalmente esta situación, respondiendo a través de la desregulación de la docencia TP. El mercado de la educación superior ha organizado la provisión de los servicios educativos desde la demanda, y no desde la oferta, lo que genera un déficit de programas en campos ocupacionales como este y otros. 

En todo caso, la Organización Internacional del Trabajo reconoce que no existe en el mundo un sistema de información centralizado que conecte directamente las necesidades de los puestos de trabajo con la oferta formativa, por lo que la solución hoy en día está puesta en la iniciativa emprendedora de las universidades. 

En el caso chileno, señala Fierro, “se observan altos niveles de intervención en las Facultades de Educación de las agencias reguladoras del Estado –CNED y CNA, principalmente–, por lo que la autonomía que da espacio a la innovación y emprendimiento es un bien escaso”.

-A juicio de su estudio, ¿cuáles serían las razones de esa falta de formación pedagógica en los docentes de EMTP? 

-Creo que existen dos factores relevantes:

• La dificultad para abarcar la dispersión de los docentes: con más de 30 especialidades situadas a lo largo del país, en muchas regiones no existe una masa crítica para dar vida a un programa formativo presencialmente que responda a las particularidades.
• En relación con lo anterior, la incapacidad de la política de reconocer esta realidad: la provisión de programas online o semipresenciales –que resulta la opción lógica por la dispersión– está poco validada por los procesos de acreditación obligatoria. Además, la Beca Vocación de Profesor no financia estos programas. No existen facilidades ni mucho menos incentivo para las universidades que quieran proveer esta carrera.

-¿Qué desafíos existen a futuro en materia de formación de los docentes de EMTP?

-Además de lo ya señalado, debemos considerar esto como una inversión de retorno directivo, desde la perspectiva del capital humano. ¿Cómo pedimos calidad de los egresados, si no aseguramos la calidad de sus formadores? T. Schulz, Nobel de economía, señalaba que la capacidad de cada trabajador para adaptarse a las demandas del mercado dependerá de las habilidades que posea, por lo que formar a nuestros docentes TP es una condición necesaria para la adaptación a los cambios de los sistemas tanto educativos como tecnológicos de sus especialidades. 

No podemos dejar pasar que la Encuesta Nacional de Demanda Laboral (SENCE, 2022) señala que existe, año a año, un déficit de aproximadamente seis mil técnicos profesionales en Chile, en donde los Liceos TP son idóneos para proveer del capital humano que movilice la economía. No da igual quién forme a estos técnicos, por lo que se requieren docentes altamente capacitados, actualizados y a la vanguardia de sus disciplinas.

Revisa el estudio del CILED haciendo click aquí

 

El testimonio de una profesora de EMTP 

Conversamos con Marisol Acuña Peralta, docente del Liceo Padre Alberto Hurtado Cruchaga en Pica, de Fundación Educacional Collahuasi y perteneciente a la RED Irarrázaval, sobre su visión acerca de los docentes de EMTP.

Desde su experiencia como profesora acompañante de alumnos de cuarto medio, Marisol Acuña, que también dicta clases de suelo-fertilizante y riego, frutales caducos y maquinaria agrícola, nos cuenta que “los docentes de EMTP son profesionales que algunas veces vienen con una trayectoria en distintas áreas y empresas, que tienen una visión del mundo profesional, tecnológico y comercial, pero no necesariamente cuentan con la formación pedagógica”.

La también ingeniera agrónoma de la Universidad Arturo Prat señala que uno de los denominadores comunes de los docentes es tener siempre “la necesidad de contribuir y retribuir a los alumnos que están recién comenzando un futuro profesional, entregando conocimientos y miradas hacia lo técnico profesional basados en la realidad del mundo laboral”.

-¿Cuáles son las motivaciones de los docentes de EMTP?

-La motivación obedece principalmente al hecho de que se trata de formar profesionales integrales, ya que nos permite educar tanto en la parte valórica como los saberes técnico profesionales. El principal desafío es la formación pedagógica, pues su ausencia dificulta la entrega de contenidos. 

 -Desde tu punto de vista, ¿dónde se forman los profesores de EMTP? 

 -El aprendizaje es en el aula. En mi caso personal trabajé en extensión agrícola a comunidades indígenas en Mamiña, donde tenía que impartir constantemente charlas y cursos, enfocados al área agrícola, lo cual me favorece al momento de enfrentar la sala de clases. Considero que se debe fortalecer la formación con talleres prácticos, compartir experiencias, diplomados que entregan herramientas y tips en la docencia, mejorando y facilitando la forma de planificar y evaluar las asignaturas.

-¿Qué estrategias se han desarrollado para atraer a los mejores?

 -El establecimiento ha dado la confianza a profesionales no docentes para que sean parte de la planta y puedan desarrollarse, eso es clave para la proyección y para generar impacto.

LICEO PADRE ALBERTO HURTADO CRUCHAGA

• Ubicación: Pica, Región de Tarapacá   
• Dependencia: Particular Subvencionado
• Vulnerabilidad: 85%
• Número de alumnos: 565 diurno y 41 vespertino
• Especialidades que imparte: Agropecuaria y Mecánica Industrial
• Sostenedor: Municipalidad de Pica, coadministrado por Fundación Collahuasi y SNA Educa