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May 2024 - Edición 282

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La importancia de potenciar la formación del carácter

Estudios internacionales revelan el valor de promover la formación en carácter en los alumnos y priorizar el desarrollo de las habilidades socioemocionales. En la práctica, se fortalece la autoestima, se reducen los conflictos en el aula y mejora la convivencia escolar. Dos empresas chilenas, que incorporaron a alumnos de EMTP en sus filas, nos cuentan cómo esperan seguir potenciando esos proyectos.

Por: Marcela Paz Muñoz I.
La importancia de potenciar la formación del carácter

Según el estudio de la OCDE (Skills for Social Progress, The power of social and emotional skills, 2015), la formación en habilidades socioemocionales, fortalezas del carácter y valores permite a los estudiantes tener un mejor desempeño en su vida escolar y profesional.

Además, al reforzar estas fortalezas en los colegios, se pueden reducir los niveles de conflicto en el aula, mejorar la convivencia y el rendimiento de los estudiantes (The impact of enhancing students’ social and emotional learning: A meta-analysis of school-based universal interventions, 2011).

De hecha esa investigación señala que: “las habilidades cognitivas y socioemocionales interactúan y fertilizan de forma cruzada, y empoderan a los jóvenes para tener éxito tanto dentro como fuera de las escuelas. Asimismo, las habilidades socioemocionales pueden ayudar a los alumnos a traducir las intenciones en acciones y, por lo tanto, mejorar su probabilidad de graduarse de las universidades, seguir estilos de vida saludables y prevenir la participación en comportamientos agresivos”.

Por tanto, “no se trata de escoger entre el aprendizaje académico y la formación del carácter, ya que ambos se potencian mutuamente y se refuerzan positivamente”, explica Trinidad Montes, una de las creadoras del Programa Formación del Carácter de Astoreca y actual miembro del Consejo de Desarrollo de Fundación Astoreca. 

Trinidad Montes / Una de las creadoras del Programa Formación del Carácter y actual miembro del Consejo de Desarrollo de Fundación Astoreca: “Por tanto, no se trata de escoger entre el aprendizaje académico y la formación del carácter, ya que ambos se potencian mutuamente y se refuerzan positivamente”.

De hecho, para formar y fortalecer el carácter, se trabaja desde el contexto educativo y cultural de cada colegio, por medio del desarrollo intencionado de las fortalezas del carácter, “que son universalmente valoradas, ya que responden a aspectos que se requiere reforzar en la formación de los alumnos en el siglo XXI”, explica Trinidad.

“Son intuitivas y de fácil comprensión, ya que plantean conceptos significativos para la mayoría de las personas y aplicables a toda la comunidad educativa”, agregan una de las creadoras del Programa Formación del Carácter de Astoreca.

Gonzalo Recabarren / Jefe de selección y desarrollo organizacional de Quelen Fruit: “La experiencia de trabajar con jóvenes de tercero y cuarto medio ha sido muy gratificante, hemos visto en ellos valores y aptitudes que les permiten insertarse rápidamente en el ámbito del trabajo. Se ven contentos, son muy respetuosos y saben seguir órdenes”.

Sucede que cuando se habla de fortalezas del carácter, nos referimos a maneras habituales de sentir, de actuar y de pensar que son positivas para la persona y también para el mundo. “Entonces, lo que estamos haciendo es generar una serie de acciones intencionadas que buscan desarrollar hábitos y maneras de ser en los estudiantes que les permiten manejarse de mejor forma y de manera más positiva”, profundiza Trinidad, de Astoreca.

La gran noticia es que las fortalezas del carácter son educables, ya que podrían entenderse como hábitos que están muy arraigados en cada una de las personas. “Se trata de aprendizajes profundos que no se adquieren de forma simple, sino que mediante múltiples experiencias. De hecho, para nosotros, los dos principales canales que tenemos en los colegios para educar el carácter son: la cultura escolar y la instrucción o la enseñanza directa”, indica Montes.

Por tanto, la cultura escolar podríamos definirla como el entorno y lo que envuelve al establecimiento, es decir, los usos y costumbres propios de una institución: cómo hacen las cosas, cuáles son sus valores y conductas compartidas.  

Las consecuencias

Lo interesante es que la formación en el carácter de los alumnos es algo transversal a todos los estudiantes, y a todos los colegios, sean establecimientos de Iglesia o no. “Porque abordan el desarrollo de la persona humana y aquello nos convoca a todos. Va mucho más allá de una religión en particular”, cuenta Montes. 

Además, educar de esa manera genera un impacto significativo en la sala de clases y fuera de ella. Particularmente porque al formar el carácter en los alumnos, existen también impactos a nivel de colegio, ya que se observan menos conductas disruptivas, menos problemas de violencia y bullying y mayor vinculación de los alumnos con su colegio.

Por ello, según revela el estudio de la OCDE, “los estudiantes obtienen efectos positivos en su vida personal, como, por ejemplo: menores conductas de riesgo, menos conductas alcohólicas, menor consumo de droga, pero también se trata de estudiantes que desarrollan más competencias sociales y mayor capacidad de resolver conflictos, se comunican mejor e incrementan su bienestar socioemocional”.

Asimismo, agrega el estudio señalado, “jóvenes con altos niveles de habilidades sociales, la probabilidad de que fumen más de 40 cigarrillos por semana disminuye a medida que aumentan las habilidades cognitivas. Por su parte, la evidencia sugiere que la conciencia (ser responsable, perseverante y confiable), la sociabilidad y la estabilidad emocional pueden ser impulsores particularmente importantes del éxito en la vida”.

Sin embargo, pese a la importancia de esas habilidades y la formación del carácter, todavía no contamos en Chile con estudios de ese tipo, “pero se podría asumir que los efectos en los alumnos chilenos serían bastante similares a lo que, se ha visto, ocurre en otros países cuando se trabaja en la formación del carácter. Además,  los datos que hemos levantado en nuestros colegios sugieren efectos positivos del programa”, explican desde Astoreca.

Juan Pablo Reyes / Gerente de bebidas y alimentos del Buin Zoo: “Creo que hay una gran oportunidad de mejora de los jóvenes en el proceso hacia la integración al mundo laboral. Hemos observado en ellos actitudes como: responsabilidad, empatía con el trabajo en equipo, capacidad de motivación y respuesta frente a la frustración”.

Habilidades y formación del carácter en terreno 

Llevado a la práctica, la formación en habilidades y virtudes es posible observar, nos cuenta Gonzalo Recabarren, jefe de selección y desarrollo organizacional de Quelen Fruit, a través de los talleres que hacen los alumnos de la especialidad de Electrónica del Liceo Bicentenario Técnico Profesional de Buin, “viendo cómo los jóvenes han aprehendido esas habilidades y se integran, de manera respetuosa, al mundo del trabajo”.

En Quelen Fruit, explica Gonzalo, “comenzamos hace más de 15 años dedicándonos a la producción de fruta fresca y frutos secos, con los cuales hemos abastecido a los mercados más exigentes del mundo”. Con el paso de los años fueron creciendo exponencialmente, con campos en la zona centro y sur del país, con productos muy apetecidos y servicios en toda la cadena productiva, haciendo crecer la industria frutícola nacional, señala. 

La experiencia de trabajar con jóvenes de tercero y cuarto medio ha sido muy gratificante, afirma. “Hemos visto en ellos, valores y aptitudes que les permiten insertarse rápidamente en el ámbito del trabajo. Se ven contentos, son muy respetuosos y saben seguir órdenes”, cuenta Recabarren. 

Se trata de estudiantes autónomos, capaces de tomar sus propias decisiones y de enfrentar desafíos. Pero también son personas responsables y que trabajan en equipo. “Estamos muy contentos con esta experiencia piloto y ahora nos hemos puesto el desafío de invitar a participar a estudiantes de primero y segundo medio de ese establecimiento, con el objetivo de que se puedan incorporar antes al mundo laboral”.

Desafíos y oportunidades

Asimismo, desde el Buin Zoo, Juan Pablo Reyes, gerente de bebidas y alimentos de la empresa, cuenta que la experiencia con alumnos de la especialidad de Gastronomía del Centro Educacional Enrique Bernstein de Paine ha sido enriquecedora, tanto para los maestros guías como para ellos, desarrollando una dinámica lúdica donde se promueve el objetivo del trabajo en equipo más que el personal.

La experiencia de traer a los estudiantes al zoológico se viene realizando desde septiembre del año pasado y, según cuenta Juan Pablo, esperan ampliar esa alianza a todos los liceos técnicos de la zona del Maipo.

En concreto, detalla Juan Pablo que han podido observar en los alumnos habilidades como 

la capacidad de adaptación, “el interés por participar y conocer procesos tanto técnicos como de planificación”.

“Creo que hay una gran oportunidad de mejora de los jóvenes en el proceso hacia la integración al mundo laboral. Hemos observado en ellos actitudes como: responsabilidad, empatía con el trabajo en equipo, capacidad de motivación y respuesta frente a la frustración”, comenta el gerente de bebidas y alimentos del Buin Zoo, Juan Pablo Reyes. 

Corporación Empresas del Maipo - CEM promueve desde su programa Red Técnica del Maipo, que las empresas se abran como Centros de Aprendizajes para los estudiantes TP. Destaca el “modelo de pasantías de excelencia CEM”, que implementan actualmente 4 liceos de Buin y Paine en 16 empresas locales, entre ellas, BuinZoo y Quelen Fruit (socios CEM).

Los alumnos al trabajar en las empresas, mientras realizan sus pasantías, ponen en práctica lo que aprenden en sus liceos.

Habilidades socioemocionales en terreno

El testimonio de un alumno

Conversamos con Leonardo Acevedo, estudiante de cuarto año de enseñanza media del Liceo Bicentenario Técnico Profesional de Buin, sobre su experiencia de realizar pasantías en Quelen Fruit.

Nos contó sobre cómo la formación socioemocional le ha permitido insertarse mejor en la empresa.

-¿Cómo ha sido ese trabajo? 

-Ha sido una muy buena y bonita experiencia, ya que me sirve para ir adaptándome al mundo laboral y tener más responsabilidades. Tuve la oportunidad de trabajar a Quelen Fruit, una empresa que desde hace 15 años se dedica a la producción de cítricos y paltos, con los cuales abastecen a los mercados más exigentes del mundo.

-¿Valoras la formación en valores del colegio? 

-El colegio en todo momento nos ayudó, tanto con charlas o actividades para trabajar mejor nuestros valores, responsabilidades y conocer más sobre el trabajo en equipo. Además, destaco el gran apoyo de nuestros docentes, quienes han estado ahí para resolver nuestras dudas y acompañarnos en todo momento.

-¿Qué aspectos destacarías de esta experiencia?

-Sinceramente, uno de los aspectos que más me ha gustado es poder aprender sobre el uso de nuevas herramientas que nunca había visto, por ejemplo, todo aquello relacionado con los motores. Recomiendo mucho este tipo de experiencias, ya que, al insertarse en las empresas, los alumnos podemos aprender y conocer el ámbito laboral y adaptarnos de mejor manera.

Sobre el programa “Soy Astoreca”

Surge en 2017 a partir de ciertas necesidades y nuevos desafíos detectados en los colegios Astoreca, que también están presentes en otros establecimientos del país, como:

  • Educar el área socioemocional de los estudiantes: existe evidencia creciente de la importancia de los factores no cognitivos (fortalezas del carácter) en la vida laboral, en las relaciones interpersonales, en la participación ciudadana, en el bienestar personal, entre otros. Sin embargo, los colegios suelen tener más herramientas para gestionar los aprendizajes académicos que los aspectos socioemocionales.
  • Promover el sentido de pertenencia: existe evidencia sólida de que el espíritu de colegio y el sentido de pertenencia a la institución influyen positivamente en el aprendizaje y en la convivencia escolar. Sin embargo, la mayoría de los colegios no gestiona este aspecto y los alumnos presentan un desarraigo marcado respecto de su comunidad escolar, en desmedro de su formación.
  • Gestionar la cultura escolar: sabemos que los colegios que operan con culturas escolares bien dirigidas generan un entorno que favorece el desarrollo y formación personal de los alumnos. Sin embargo, en Chile existen pocas instituciones que sepan gestionar efectivamente la cultura escolar.
  • Promover el trabajo colaborativo y cohesionado por parte de los equipos: un trabajo en torno a metas comunes es clave para lograr los propósitos de la educación.

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