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Abr 2024 - Edición 281

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Profesores TP, cerca de los estudiantes

Según una encuesta realizada por Grupo Educar a más de 500 docentes del país, los profesores de colegios técnico profesionales perciben con mayor frecuencia situaciones de violencia escolar, falta de contención y bajos aprendizajes de los alumnos que los profesores de colegios científico-humanistas. ¿Por qué? Desde la DAEM de un municipio, desde una fundación que administra 11 colegios TP y desde la misma sala de clases, responden esta pregunta.

Por: Paula Elizalde
Profesores TP, cerca de los estudiantes

“En general, todos los que somos profesores y trabajamos por vocación, siempre tenemos una relación muy cercana con nuestros estudiantes. Es nuestra razón de ser”, afirma Leonel Littin, director del DAEM (Dirección de Educación Municipal) de la Municipalidad de Paine, municipio que administra dos liceos técnico profesionales. Sin embargo, Leonel agrega: “Yo creo que nuestros profesores TP, al igual que nuestros profesores humanistas, son cercanos a los estudiantes, pero en el mundo TP se produce una relación un poco más directa, cuando trabajamos en los talleres, en la parte práctica. Ahí se genera un vínculo más rico”.  

Littin cuenta que la vuelta a clases presenciales ha sido compleja para todos, sin embargo, aunque han tenido problemas de convivencia escolar, no ha habido casos de violencia en los colegios de la DAEM de Paine. En estos establecimientos, como explica Littin, han trabajado el tema de la vocación y orientación de los estudiantes técnico profesionales, y cree que cuando ellos toman una decisión fundada, están comprometidos y esto baja los niveles de estrés que pueden provocar una mala convivencia escolar: “Cuando nuestros estudiantes, que están bien enfocados con sus orientadores, toman una especialidad en II y IV medio, lo hacen por una decisión fundada. Creo que bajan los niveles porque están muy enfocados en lo que ellos están trabajando y por el acompañamiento claro de sus profesores”, afirma. 

Saber conducir la relación de confianza

Rodolfo Nahuelpán, presidente del directorio de la Fundación Magisterio de La Araucanía, la cual tiene 103 establecimientos escolares, entre ellos, 11 liceos técnico profesionales en la Región de La Araucanía, señala que sin duda los profesores del área técnico profesional han desarrollado una especial capacidad para forjar relaciones con sus estudiantes. Respecto a la percepción de que por ello pueden dar cuenta de mayores problemas que puedan existir entre los alumnos, afirma: “La lógica que puede explicar esta percepción está dada sin duda por la estructura modular del trabajo, la validación de procesos prácticos y la interacción más personalizada al interior de talleres y laboratorios, lo cual necesariamente genera dinámicas interpersonales de confianza y respeto mutuo que consolidan una relación que, sin duda, caracterizó desde siempre al maestro y el aprendiz. Ahora lo importante es conducir adecuadamente esta relación de confianza y respeto que asegure una formación integral y de proyección para el estudiante”.

“Se produce en el mundo TP, una relación un poco más directa cuando trabajamos en los talleres, en la parte práctica. Ahí se genera una vinculación más rica”, Leonel Littin, director del DAEM (Dirección de Educación Municipal) de la Municipalidad de Paine.

Nahuelpán afirma que este 2022 tuvo un primer semestre complejo, sin embargo, “nuestros docentes del área supieron sobrellevar de muy buena forma las distintas dificultades que se generaron con el retorno a la presencialidad, promoviendo experiencias de aprendizajes altamente desafiantes bajo una lógica de aprendizaje activo, pero además incorporando herramientas de contención socioemocional, bajo las orientaciones de los equipos de convivencia de nuestros liceos de la Fundación del Magisterio de La Araucanía”. 

Este segundo semestre se ha podido evidenciar, como cuenta Rodolfo, una alta motivación por parte de los profesores del área técnico profesional por retomar sus prácticas formativas en talleres y laboratorios: “Esta especial disposición de los docentes se encuentra no solo por aspectos vocacionales, sino fundamentalmente por la convicción y adhesión a los procesos formativos que caracteriza a nuestros establecimientos”, afirma. 

En la práctica: más horas para compartir con los estudiantes

Un marzo agotador vivió Ana María Espinoza, ingeniera en administración, profesora del Complejo Educacional Juan Bosco de la comuna de Cunco, perteneciente al Magisterio de La Araucanía. “Las emociones de los estudiantes estaban de alguna manera ‘revolucionadas’, predominando las emociones desagradables (agitados, irritados, molestos, entre otras). Sin duda la energía dominante no fue la adecuada para realizar actividades de clases, lo que influyó negativamente en los profesores. La desmotivación y frustración fueron las emociones sobresalientes entre los docentes”, afirma y agrega que fue un gran desafío para los profesores TP: “Costó acostumbrar a los estudiantes a trabajar en equipo, por ejemplo, considerando que en el área técnico profesional es una competencia fuerte y donde los alumnos no tenían la capacidad de poder interactuar con otros sin que las emociones dominaran sus acciones y/o palabras, provocando conflictos con los cuales los docentes TP no estábamos acostumbrados a lidiar”.

“Lo importante es conducir adecuadamente esta relación de confianza y respeto que asegure una formación integral y de proyección para el estudiante”, Rodolfo Nahuelpan, presidente del directorio de la Fundación Magisterio de La Araucanía. 

Ante esta realidad, Ana María considera que tanto profesores TP como HC pueden percibir cómo están sus alumnos, y que finalmente depende del clima organizacional del establecimiento: “Cuando en un liceo técnico profesional la cultura y el clima apuntan a la relación cercana y empática del docente con el estudiante, no debería haber diferencia en cuanto a la percepción de situaciones de violencia. Lo único que podría hacer la diferencia es la cantidad de horas y el tiempo que el profesor técnico profesional pasa con los estudiantes, y es ahí donde podría percibir con mayor facilidad los conflictos y situaciones complicadas”, señala. 

En esa misma línea, cuando los estudiantes están en III y IV medio comparten más con el profesor de especialidad: “Considerando la cantidad de horas que se está con ellos, el tipo de relación que se forja es más cercana, más de escuchar, de conversar, de aconsejar, de hacerles ver la realidad, sobre todo cuando se trata del mundo laboral y las exigencias de este, por lo que siempre se enlaza el Objetivo de Aprendizaje y el Objetivo Genérico con la realidad del trabajo y del área en la que el estudiante se está especializando. Entregar tips y consejos a los estudiantes son parte de nuestra labor diaria como profesores de especialidad”, concluye. 

“Cuando en un liceo técnico profesional la cultura y el clima apuntan a la relación cercana y empática del docente con el estudiante, no debería haber diferencia en cuanto a la percepción de situaciones de violencia”, Ana María Espinoza, profesora del Complejo Educacional Juan Bosco de la comuna de Cunco. 

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