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Abr 2024 - Edición 281

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Trabajar por la asistencia

En Betterland School, nos cuenta su director, Octavio Lizama, las premisas fueron dos: “que ninguno de nuestros esfuerzos pedagógicos serviría sin la asistencia de nuestros estudiantes; y que el colegio es un espacio protector y de bienestar por excelencia para todos los impactos socioemocionales negativos relacionados con la pandemia”.

Por: Marcela Paz Muñoz I.
Trabajar por la asistencia

Con esas ideas en mente es que trabajaron durante la pandemia y lo siguen haciendo en el colegio Betterland School de la Región Metropolitana. De hecho, “la asistencia fue una de nuestras prioridades fundamentales, en conjunto con la deserción y el contacto de nuestros estudiantes.

Estos objetivos fueron metas colectivas durante 2020 y 2021, y cada miembro de la comunidad educativa priorizó y flexibilizó sus esfuerzos para lograrlos”, dice Octavio Lizama, director del establecimiento. 

En este escenario, explica el director, tuvieron “la oportunidad de trabajar y recibir la asesoría de Fundación Presente para fortalecer estos logros, con excelentes resultados”.

—¿Cómo logran involucrar a los alumnos y sus familias en la importancia de este tema?

—El primer paso fue desafiar nuestros propios paradigmas al respecto, donde Fundación Presente tuvo un rol fundamental. Primero: la asistencia siempre fue importante en nuestra comunidad, pero cobró una relevancia distinta durante la pandemia, además de estar desconectada de la presión de su relación con la subvención. Hoy, ésta era una palanca fundamental y fin en sí misma, tanto para el aprendizaje como para el bienestar de nuestros estudiantes. Segundo: siempre concebimos la asistencia desde la correcta gestión y análisis de los datos. Presente nos ayudó a desafiar esta mirada para comprender una asistencia alejada de los incentivos de corto plazo, y mucho más focalizada en el involucramiento de nuestros estudiantes con nuestra comunidad y con su futuro. Sin este cambio de lentes inicial por parte de nosotros como funcionarios, hubiera sido difícil movilizar al resto de la comunidad por el camino correcto, a través de actividades, talleres y conversaciones.

—El Mineduc acaba de lanzar sus propuestas y desafíos para este 2022, donde la asistencia a clases presenciales es un elemento clave. Sabemos que ustedes trabajan la asistencia monitorizando a los alumnos y registrando a quienes asisten…

—Como resumen, en Betterland usamos registros de asistencia digitales y compartidos, que actualizamos quincenalmente. Generamos análisis mensuales sobre estos resultados observando las trayectorias de los cursos y en general hacia las metas claras, trimestrales y anuales, que hemos propuesto para cada sede. Basados en eso, tenemos conversaciones entre Convivencia Escolar y los profesores jefes sobre cómo podemos ir apoyando a aquellos estudiantes que se están quedando atrás. Adicionalmente, y gracias al trabajo con Presente, hemos enfrentado la pandemia con una campaña comunicacional proasistencia constante a nivel institucional; y hemos comenzado a trabajar con estudiantes (orientación) y apoderados (reuniones y talleres) los temas de involucramiento futuro.

—¿Qué avances han tenido en materia de asistencia?

—El año pasado cerramos el año con un 86% de promedio, habiendo logrado nuestras metas trimestrales y anuales. Ha sido un desafío particular la promoción de la asistencia para nuestros estudiantes de párvulos y para nuestros cuartos medios, tal como ha sido a nivel nacional, pero hemos salido adelante. Hemos logrado esto siendo el colegio con mayor tasa de vulnerabilidad del sector oriente de Santiago, con dos años de pandemia muy duros para nuestro equipo y las familias Betterland. Estoy tremendamente orgulloso de estos resultados, logrados con enorme sacrificio por parte de cada uno de los miembros de nuestro equipo, de manera tenaz durante estos tiempos difíciles.

“Ha sido un desafío particular la promoción de la asistencia para nuestros estudiantes de párvulos y para nuestros cuartos medios, tal como ha sido a nivel nacional, pero hemos salido adelante. Hemos logrado esto siendo el colegio con mayor tasa de vulnerabilidad del sector oriente de Santiago, con dos años de pandemia muy duros para nuestro equipo y las familias Betterland”, dice Octavio Lizama, director del Betterland School.

Mucha gente piensa en 2022 como un año de posible normalidad. Cuando uno pasa por un terremoto y este termina, uno no vuelve a la “normalidad”, sino que se preocupa de que todos estén bien, recoge las cosas que se caen, revisa la casa, llama a los amigos. Postulo que este 2022 no será un año de normalidad, sino de reconstrucción, de reconstruir las enormes brechas (ahondando las que ya teníamos) de aprendizaje y socioemocionales de nuestros estudiantes. 

Nos asegura el director que este año, “la asistencia volverá a ser fundamental para el cumplimiento de estos logros. Con mucha alegría también exploraremos profundizar en el camino del involucramiento con un nuevo Plan de Educación Superior para que todos nuestros estudiantes fortalezcan sus sueños de manera robusta desde las edades más tempranas. Finalmente, hay que prepararse siempre para nuevas posibles volatilidades sociales, económicas y pandémicas para las cuales no tenemos respuestas sencillas. El liderazgo local, la flexibilidad y sustentabilidad de los esfuerzos de las comunidades educativas será nuevamente vital para que nuestros estudiantes estén bien y aprendan”.

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