Nos cuenta el director que “nuestra comunidad, después de las condiciones de clases online que enfrentamos el año 2020, decidimos retornar a clases presenciales el año 2021”, y para ello, dice, “hubo un consenso de los docentes, familias y estudiantes de considerar que los aprendizajes siempre serán más profundos en el aula o en taller con su profesor guiando el aprendizaje”. 

A partir del 1 de marzo del año pasado, “se realizaron las inducciones a los estudiantes de primero a cuarto medio para reforzar los protocolos sanitarios, desarrollo curricular y académico, y de la forma en que los grupos curso asistirían a clases (grupos de no más de 12 alumnos por sala), por lo que había una rotación de cada grupo”. 

En este formato las clases se realizaron en manera híbrida para así poder brindar oportunidades a aquellos alumnos que, por decisión de la familia, optaron por no asistir presencialmente a clases. 

—¿Cómo han abordado el involucramiento de los alumnos y sus familias por el aprendizaje?

—El interés de los estudiantes para involucrarse en su escuela tiene varios elementos. Uno de ellos es la comunicación permanente de la escuela con los apoderados y los alumnos, de tal manera de conocer situaciones que pueden estar afectando la asistencia y, por ende, la pérdida de los aprendizajes. 

Otro factor, señala Joel, “que consideramos importante, es ser un espacio seguro y acogedor para ellos, brindando contención y apoyo en los aspectos socioemocionales y atendiendo a sus dificultades de aprendizaje, además de que los espacios de infraestructura son mantenidos limpios y ordenados, con mobiliario adecuado y condiciones de habitabilidad de alto nivel”. 

—No podemos dejar de mencionar que las actividades extraprogramáticas son recibidas y percibidas por parte de los alumnos, como un complemento que permite desarrollar actividades deportivas, artísticas y complementarias a su formación técnica, logrando con ello, la pertenencia hacia su escuela.

—¿Y los profesores?

—El trabajo de todos los docentes fue adaptarse e incorporar diferentes estrategias de enseñanza, utilizando herramientas tecnológicas como Classroom, Kahoot, correo electrónico, Duolingo, Meet, Zoom y simuladores, entre otras.

—Sabemos que la pandemia ha afectado el tema de las prácticas de los alumnos, ¿qué desafíos tienen ustedes para este año en este tema?

—Como liceo técnico profesional, la adquisición de habilidades prácticas en cada uno de los módulos fue un desafío mayor durante el año 2020 y 2021. Sin embargo, buscamos estrategias que permitieron dar una solución a este complejo escenario. Durante el año 2020, en el cual el ciento por ciento de las clases fueron online, se implementó una estrategia que denominamos “Taller en su casa”, la cual consistía en que los alumnos, de las especialidades de Electricidad y Gastronomía principalmente, retiraban kits de herramientas e insumos para realizar prácticas desde sus hogares para, con ello, mitigar en parte la dificultad de realización de actividades prácticas. 

Luego, indica el director, “durante el año 2021, y ya en un contexto presencial, la asistencia a clases de los alumnos de tercero y cuarto medio fue en un alto porcentaje, por lo que se pudieron realizar las actividades prácticas de cada módulo en cada una de las especialidades. Sumado a esto, en los meses de septiembre a noviembre, se realizaron nivelaciones de habilidades prácticas que fueron priorizadas para los alumnos de cuarto medio, en conformidad con el análisis de cada especialidad. También se pudieron realizar las prácticas de alternancia dual en la especialidad de Mecánica Automotriz en las empresas del rubro, con un 90% de asistencia a dichas actividades.

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Otro factor, señala Joel, “que consideramos importante, es ser un espacio seguro y acogedor para ellos, brindando contención y apoyo en los aspectos socioemocionales y atendiendo a sus dificultades de aprendizaje, además de que los espacios de infraestructura son mantenidos limpios y ordenados, con mobiliario adecuado y condiciones de habitabilidad de alto nivel”.