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Abr 2024 - Edición 281

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Reinventarse en pandemia

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con la tecnología? “Ha sido un trabajo arduo que ha requerido y requiere aún ir reactualizando información, pero lo principal ha sido que hemos ido avanzando de manera progresiva, sin prisa pero sin pausa”, nos confesó la directora del Liceo Bicentenario Minero (LBM) S.S. Juan Pablo II en Alto Hospicio, Goighet Andrade.

Por: Marcela Muñoz
Reinventarse en pandemia

La estrategia ha sido, para la directora del liceo Bicentenario, el ir capacitando a la comunidad docente “en aquellas herramientas que no todos manejábamos de la manera necesaria. No partimos de golpe con clases virtuales, sino que primero nuestros niños, sus familias y nuestros docentes se familiarizaron con el uso de Classroom y comenzaron a utilizar más que nunca el correo electrónico institucional, mientras podíamos ir detectando qué hogares requerían mayor apoyo en temas de conectividad y encontrando formas de solucionar dichas problemáticas”.

Goighet Andrade, directora del Liceo Bicentenario Juan Pablo II de Alto Hospicio.

Cuenta Goighet Andrade que en este caminar durante la pandemia contaron con el apoyo de Fundación Educacional Collahuasi, “que nos entregó chips con datos de navegación y un stock de tabletas para poder reincorporar a los estudiantes que no habían estado participando activamente. Posteriormente, fuimos incorporando algunas actividades virtuales de manera de que se pudiera ir asimilando este nuevo formato de trabajo, mientras se probaban diferentes plataformas y recursos virtuales que cumplieran con los requerimientos principales; versatilidad, fácil acceso y manejo, bajo consumo de datos y atractivo visual”.

—De esa forma, ya el segundo semestre del año 2020 las clases virtuales pudieron instalarse con un buen pronóstico y finalmente se obtuvo un buen resultado. Con el paso del tiempo y a través del aprendizaje que esta experiencia nos ha permitido alcanzar, se han ido mejorando procesos, aumentando horas de clases y hemos logrado alcanzar prácticamente al ciento por ciento de nuestros estudiantes. El avance progresivo y respetuoso, las consultas constantes a la comunidad educativa, la flexibilidad, la capacidad de adaptación, el apoyo de la Fundación Educacional Collahuasi, de la Municipalidad de Alto Hospicio y de SNA Educa, más el compromiso de todos los actores de nuestra comunidad educativa, han sido fundamentales para el éxito de nuestros procesos bajo esta modalidad de trabajo.

—¿Qué han aprendido durante este trayecto?

—En la práctica del LBM, hemos entendido que acercar la tecnología de punta a todos nuestros estudiantes es fundamental, lo que representa un compromiso institucional considerando a todos los actores involucrados, que uniendo esfuerzos han desplegado recursos para democratizar accesos a la tecnología, lo que conlleva un mejoramiento en condiciones, en infraestructura, equipamiento, redes y capacitación, tanto a estudiantes como a docentes, quienes en definitiva son los protagonistas. Desde ahí es que se piensa en ir estrechando la relación entre el “aula” y lo tecnológico, de manera de establecer una sinergia necesaria para que nuestros estudiantes desde temprana edad sepan relacionarse fluidamente con las tecnologías como un recurso al servicio de su aprendizaje.

—La pandemia nos ofrece la oportunidad inevitable de usar tecnología para procesos de aprendizaje, no de forma marginal, sino central, ¿de qué manera es posible realizar acciones concretas para lograrlo?

—La tecnología llegó para quedarse, estas son un medio que contribuye en la enseñanza escolar. Como profesores, debemos explorar las tecnologías que nos sirven para enriquecer los aprendizajes. Es importante promover el uso de herramientas que permitan que los alumnos interactúen, para mejorar el desempeño escolar de los estudiantes.

En estas circunstancias, asegura la directora, “en que las tecnologías llegaron a nuestro trabajo de forma abrupta. Lo primero es conocer y ensayar el uso de las herramientas tecnológicas. La perseverancia debe ser una constante en la estrategia que utilizamos. Las redes de apoyo y el trabajo colaborativo cobran relevancia. Por otro lado, debemos estar conscientes sobre la flexibilidad en el uso de las TIC. Además, tenemos que tener un plan B cuando las conexiones están fuera de servicio o se interrumpen inesperadamente”.

—¿Qué aportes entrega el uso de la tecnología al sistema educativo?

—Descubrir los beneficios de utilizar diversas plataformas para mantener la continuidad de los procesos educativos en tiempos de pandemia le otorga un rol protagónico al uso de las tecnologías hoy en día. Desde siempre hemos conocido de manera muy superficial las bondades de la tecnología, como sociedad sabemos que esta es una herramienta importantísima para el desarrollo de diversas áreas; sin embargo, siempre se tuvo la concepción de que para poder aplicarlas y utilizarlas era necesario capacitarse y aprender sobre ellas, invirtiendo tiempo y espacio, creando así una barrera que hasta hace un tiempo, impedía su correcta utilización.

Lamentablemente, la necesidad de permanecer conectados dentro de un confinamiento social, los cierres de los establecimientos educacionales y la urgencia de solventar la educación a través de la enseñanza remota, nos obligaron a transformar y acelerar la implementación de recursos tecnológicos dentro de un contexto educativo, posicionando a estos últimos como un pilar fundamental en la combinación de la enseñanza tradicional con la digital. Por otra parte, la necesidad de seguir conectados como sociedad, buscando la interacción y comunicación inmediata y permanente, nos obligó a descubrir, explorar y aprender sobre nuevas formas para mantener los procesos mencionados anteriormente, en donde la tecnología nos mostró una gama de oportunidades que nos permiten acercarnos aun estando separados. Dentro del área educativa, esta cobra una mayor importancia, debido a que la tecnología no solo nos mostró su lado más amable con el hecho de mantenernos conectados, sino que también nos enseñó que existe un sinfín de posibilidades, aplicaciones y recursos tecnológicos que sin duda facilitan los procesos de enseñanza-aprendizaje.

—¿Planean hacer modificaciones a la forma como venían haciendo clases? 

—La crisis sanitaria producida por la COVID-19, develó importantes carencias y realidades en todo ámbito. Respecto al ámbito educativo y en medio de un paradigma que apunta al desarrollo de habilidades en todo orden, específicamente relacionadas con el uso de las tecnologías, nos encontramos con un desafío importante a la hora de dar continuidad al proceso de enseñanza y garantizar el derecho de aprendizaje, producto que se evidenció el desconocimiento en plataformas y procesos que podrían repercutir de forma positiva en el aprendizaje de nuestros estudiantes y en el trabajo de los y las docentes.

Asegura la directora del Liceo Bicentenario Juan Pablo II de Alto Hospicio que “el uso de tecnologías debe estar al servicio de la educación; sin embargo, no debe ser el único medio para enfrentar este nuevo escenario. El desafío apunta al trabajo colaborativo y a un sistema flexible que nos permita adaptarnos a los cambios que debamos enfrentar a futuro, resguardando siempre la salud de todos los integrantes de las comunidades educativas”.

La pandemia, desde una mirada positiva, ha significado una oportunidad para descubrir y comenzar a hacer una nueva forma de hacer escuela; de mejorar los procesos y la gestión del aprendizaje, de priorizar y tomar lo esencial de los programas de estudio para abordarlos significativamente en medio de una crisis. Una oportunidad además de reflexionar y –¿por qué no?– de cuestionar el trabajo realizado hasta antes de la llegada de la COVID-19, también desde el ámbito emocional y la implicancia que tiene para poder llevar a cabo nuestras actividades y responsabilidades de buena manera.

Creo que será un retorno bastante lento ya que actualmente el sistema educativo debe lidiar con una incertidumbre sobre el riesgo de contagio, diversas respuestas en torno a la reapertura de los establecimientos y la propagación del virus, por lo que se deberán desarrollar estrategias de mejora de infraestructura tecnológica tanto para docentes como para estudiantes.

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