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May 2024 - Edición 282

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Innovación a toda prueba

El año 2019, un nuevo equipo directivo y de gestión tomó el liderazgo del Liceo La Puerta de Colina, y junto con cambiarle el nombre por Instituto San Miguel, lideró cambios académicos, de infraestructura y sobre todo de mentalidad. Buscaban lograr que los alumnos tuvieran ganas de aprender y lo están logrando, a través de la implementación del Modelo Pionero. Hoy, a pesar de haber pasado por tristes acontecimientos, como el incendio que afectó las dependencias el pasado 7 de febrero, la comunidad educativa está de pie, “el colegio es donde estemos nosotros” afirma su directora Margarita Espinoza, refiriéndose a ella y su equipo de directivos, profesores y asistentes, quienes se han capacitado y están listos para continuar implementando este modelo, del cual ahora les contaremos.

Por: Paula Elizalde
Innovación a toda prueba

El inicio

El año 2019, el Instituto San Miguel –en ese entonces Liceo La Puerta– renovó su equipo y tomaron el liderazgo Margarita Espinoza, como directora, Jaime Díaz, como jefe UTP técnico-profesional, Felipe Caniulao, jefe técnico de 7° a segundo medio, Andrea Díaz, encargada de convivencia escolar, y Wladimir Díaz, inspector general. Juntos tenían un objetivo claro: “Cambiar la imagen de este colegio”, afirma Margarita, agregando que era un colegio donde los estudiantes tenían problemas de drogadicción, delincuencia y conflictos familiares. 

Comenzaron con un plan de infraestructura: se remodelaron salas, se ampliaron lugares, se construyeron talleres de buena calidad, se compró maquinaria de alto nivel. También se creó un centro de eventos para que los alumnos pudieran trabajar practicando la especialidad de gastronomía que imparte el Instituto. 

Luego, comenzaron a averiguar sobre maneras de enseñar: “Nos enteramos de que existe un liceo en Los Andes, el Liceo América, donde implementaron un Modelo Pionero. Lo analizamos, vimos quién los apadrinaba e hicimos contacto con ellos”, cuenta la directora. “Queríamos lograr que los estudiantes de nuestro colegio tuvieran la motivación y el interés por estudiar porque si tú vas a cualquier colegio de cualquier parte, los niños ya no están interesados en la forma habitual de aprender; entonces, queríamos llamar la atención en eso y empezamos a analizar el Modelo Pionero”. 

David Viera, encargado de educación de la empresa Anglo American y quien ha desarrollado este modelo, los instruyó e incluyó a la escuela en el grupo de colegios donde implementa el Modelo Pionero. Margarita y el jefe técnico viajaron a California para capacitarse. “A partir de esa experiencia intensa nos dimos cuenta de que efectivamente estábamos bien encaminados. El estudiante empieza a ser el protagonista de su propio aprendizaje, comienza a trabajar en equipo, a poner en juego los valores morales como el trabajo en equipo, el respeto, el escuchar, el explicar”, afirma la directora. Y ya con el convencimiento del modelo, comenzaron a capacitar a los profesores. 

Pilares del modelo pionero

El Modelo Pionero, como explica Margarita, tiene cuatro pilares: 

  1. Proyecto de Vida: este punto fue trabajado de manera particular para el Instituto San Miguel, donde de 7° a 4° medio se trabaja el interés de cada estudiante por su proyecto de vida, donde “esté consciente de la importancia de aprender y de cuáles son las metas de vida que tiene que ponerse para poder desarrollarse como un ser que aporta a la comunidad, que aporta al país”, explica Margarita. Este pilar va pasando por diferentes etapas: de autocuidado, de conocimiento de las empresas, de diferentes carreras, entre otras. 

  2. Alternancia interactiva: este pilar es sobre la incorporación del estudiante en la comunidad, y así pueda observar qué situaciones problemáticas o que situaciones se podrían tomar para crear soluciones a través de proyectos. “En otras palabras, el aprendizaje de nuestros alumnos está enfocado en proyectos y estos proyectos van en beneficio de la comunidad que está a nuestro alrededor”, afirma la directora.

  3. Apropiación tecnológica: como comenta Margarita, “en este siglo XXI todo pasa por la tecnología, es por ello que nuestros estudiantes, para buscar soluciones e incorporarlas a los proyectos, necesariamente tienen que buscar soluciones utilizando la tecnología”.

  4. Aprendizaje activo: este pilar abarca dos aristas, el aprendizaje basado en proyecto (ABP) y el aprendizaje basado en reto: “Ambos tienen la característica del trabajo en equipo de los estudiantes. Se forman grupos y en estos se trabajan diferentes proyectos”, complementa Espinoza. El primer aprendizaje es a través de la investigación, luego aplicación y luego la exposición a la comunidad educativa. 

  5. El aprendizaje basado en reto se trabaja específicamente con estudiantes de 3° y 4° medio. Está fundado en desafíos que ellos tengan en la propia especialidad, innovación de la parte gastronómica, por ejemplo, al cuidado del agua, del medio ambiente, a los cambios alimenticios de las personas. 

Las dificultades fortalecen

Para los profesores ha sido una gran experiencia la capacitación en el Modelo Pionero, señala Margarita. Se han capacitado en temas de tecnología, en el ámbito del aprendizaje activo, en construcción de planificación, etc. “Después de muchas capacitaciones, están a otro nivel, se han apoderado y empoderado del Modelo Pionero, ha sido muy motivante para los profesores. Es otra planta docente de la que recibí, con conocimiento, con actitud, con predisposición, con intención de hacer las cosas muy bien”.

“Creo que esto ayudó mucho a enfrentar la pandemia, los profesores utilizaron todas estas herramientas tecnológicas virtuales para realizar clases con los estudiantes”, comenta la máxima autoridad del Instituto San Miguel. “De los 64 estudiantes que teníamos el año 2019, aumentamos el año pasado a 165 estudiantes y estábamos en pandemia, por lo que creemos que lo hicimos muy bien”.

El 2020, a pesar de ser un año distinto, para el equipo del Instituto terminó muy bien. “Nos vinimos muy contentos cuando terminó diciembre. Ya lista la infraestructura del colegio, ya comenzando a implementar todo lo aprendido, en realidad teníamos un colegio de lujo, lo promovimos por todos lados. El caso es que nos sentimos muy orgullosos y el 7 de febrero me informan que el colegio se está incendiando”.

“De un minuto a otro, el 85 por ciento del colegio se quemó. Afortunadamente, se salvaron los talleres de alimentación, el Fab Lab, las impresoras 3D, tampoco se quemó el centro de eventos, solo el techo, y teníamos guardada en la bodega gran parte del aporte de la fundación Modelo Pionero”. 

Se trasladaron a un anexo del colegio Pablo Neruda, y están empezando a reconstruirse: “Nos reunimos con los profesores y todos estamos de acuerdo en que el Modelo Pionero se va a hacer igual y todos estuvimos de acuerdo en que donde estaba cada uno, sería el Instituto San Miguel, en un anexo de un colegio, en un colegio chiquito donde existen pocas salas, donde tuvimos que acomodarnos, trasladar cosas, pero lo importante es que estamos en forma autónoma y eso lo agradecemos, tanto el equipo de gestión como los profesores. Estamos trabajando full”. 

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