Elisa Izquierdo
“La cuarentena misma ha sido una gran oportunidad para enseñar de resiliencia”, señalan Elisa Izquierdo y Andrea Martínez, coordinadoras de Formación de la Sociedad de Instrucción Primaria, SIP Red de colegios.
Agregan que “ha sido una experiencia que puede ser vivida como un encierro sin sentido, o como una oportunidad de crecimiento personal y familiar. Esto dependerá en gran medida de los adultos, de la manera en que ellos puedan dar sentido a las experiencias vividas”.
Por su parte, Fernando García, director de Formación de la Fundación Belén Educa, reflexiona sobre cómo la pandemia nos ha llevado a pensar que “el desarrollo de una cultura integral es tarea de todos y que necesitamos de manera urgente que el mundo adulto potencie positivamente las diversas dimensiones que nos componen como personas”.
Las entrevistas a estos tres profesionales nos han permitido enumerar todas las oportunidades de aprendizaje que este tiempo ha planteado a nuestros adolescentes, y cómo ellos, con el apoyo de los adultos, pueden usarlas para crecer en resiliencia, perseverancia y otras habilidades clave en su carácter.
Andrea Martínez
Elisa Izquierdo y Andrea Martínez, coordinadoras de Formación, ambas de la Sociedad de Instrucción Primaria, SIP Red de colegios:
- Esta crisis está enseñando a los adolescentes la importancia de la autonomía.
Nadie estaba preparado para enfrentar una crisis de estas características y lo primero que quedó en evidencia es la falta de autonomía con que funcionaban los niños en el contexto educacional y familiar actual. Son niños acostumbrados a tener un profesor o adultos que les digan qué hacer y cómo hacerlo. Ellos y nosotros nos hemos dado cuenta de la importancia de la capacidad de organizar sus tiempos, de trabajar en forma más autónoma, aburrirse a ratos y buscar formas creativas de entretenerse.
- Hemos visto la importancia fundamental que tienen el arte y el deporte en la vida de los niños y adolescentes para mantener su equilibrio emocional.
Quedó en evidencia su necesidad de expresar emociones a través del arte, el movimiento, y de la misma manera, la necesidad de liberar energía y de resolver los conflictos a través del juego.
- 3. Otra fortaleza que ha aparecido como fundamental de desarrollar en los adolescentes, es la capacidad de resolver los desafíos y conflictos de manera colaborativa.
Es decir, donde la interdependencia pasa a ser un punto importante para cumplir el logro de objetivos comunes. Quizás a futuro los desafíos serán cada vez más complejos; en este sentido, el entender que nos necesitamos mutuamente puede ser relevante en el aprendizaje que ha traído este tiempo.
- Ha sido una oportunidad para que los adolescentes comprendan el sentido de los hábitos.
Si los niños y adolescentes entienden el sentido de cada hábito, es probable que los respeten mucho más. Si comprende que, si se acostó tarde el día anterior jugando juegos de consola, aunque no tenga que levantarse temprano, se sentirá más cansado e irritable al otro día. Eso es muy importante para su autonomía.
- También estos meses pueden ayudar a conversar con los adolescentes sobre qué tipo de vida quieren vivir.
Los adultos también hemos podido replantearnos nuestros propios hábitos: dejar de correr para pensar en qué tipo de vida queremos llevar. Muchas personas dicen que sus niños están “estresados”; en esta situación, valdría la pena cuestionarse qué visión de mundo estamos los adultos ofreciéndoles a los niños para que ello ocurra. Como adultos es importante bajar las altas exigencias impuestas por la sociedad, privilegiar momentos de calidad. Pensemos en cómo nos gustaría que nuestros hijos y alumnos recuerden este período, acordemos cuáles son aquellos valores que queremos que nuestros niños desplieguen en momentos de dificultad.
- Probablemente a muchas personas esta cuarentena les ha destruido sueños y proyectos. Han sido tiempos para conversar sobre la capacidad de tolerar la frustración y de ser perseverantes. Gracias a esa capacidad de tolerar, de perseverar y de adaptarse, de ser flexibles y buscar soluciones creativas, es que se puede lograr un gran crecimiento personal y social.
- En el mismo sentido, muchos adolescentes han debido postergar los impulsos inmediatos por recompensas futuras.
Esto es de vital importancia para ir educando el carácter y la tolerancia a la frustración. La vida real es diferente a los juegos de consola, en donde todo es inmediato, incluidas las recompensas.
- Como padres y educadores debemos inculcar en nuestros niños y adolescentes la importancia de respetar los procesos…
…y los tiempos involucrados en cada quehacer de nuestra vida. Tareas tales como tener una huerta, cocinar con tiempo, disfrutar de una puesta de sol, armar puzzles... Ha sido la oportunidad de aprovechar que durante la crisis a nuestros niños y adolescentes les sobra aquello que tanto anhelamos: el tiempo.
Fernando García
Fernando García, director de Formación de la Fundación Belén Educa:
- Los adolescentes han tenido la oportunidad de aprender, igual que los adultos, que somos frágiles y que necesitamos de los demás.
- La pandemia nos muestra la necesidad de vincularnos con otros. Que la vida te va cambiando los planes y que lo esencial tiene que ver con nuestros afectos y vínculos fundamentales y cómo podemos ser más plenos poniendo al servicio de los demás nuestras capacidades y talentos.
- La crisis está preparando a los niños y niñas para enfrentarse a situaciones cambiantes. Adaptarse a nuevos contextos, a ser más pacientes y a tener conciencia de que la naturaleza o factores externos también imponen límites a la propia voluntad o deseos, y que no siempre las cosas son como uno quiere o como las proyecta.
- En este contexto de cuarentena, los niños y adolescentes han debido aprender a desarrollar con más fuerza la paciencia.
Respetando turnos para ocupar las cosas de la casa (computador, celular, etc.) y teniendo que llegar a acuerdos con sus hermanas o hermanos, o con quienes habitan un determinado espacio.
- Las carencias impuestas por la cuarentena han ayudado a desarrollar otras capacidades.
- En estos días de pandemia hemos valorado nuestra salud desde un punto de vista distinto.
- Hemos podido recuperar la cultura de austeridad, de saber disfrutar de las cosas sencillas tan propia del Chile del pasado, cuando éramos un país con menos recursos. Nos hemos dado cuenta de que podemos vivir sin comprar tantas cosas, una capacidad que me parece clave desarrollar en los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Hemos celebrado cumpleaños con lo que tenemos en la casa, haciéndonos “regalos del corazón”. Esta pandemia a muchos nos ha mostrado que podemos vivir más sencillamente.
- Sin duda, este ha sido un tiempo para desarrollar la creatividad y la imaginación al tener mayor tiempo en casa. En este sentido, para muchos, aburrirse ha sido una oportunidad para descubrir que pueden inventar cosas nuevas y desarrollar capacidades que tal vez no sabían que tenían (dibujar, pintar, escribir un cuento, cantar, bailar, actuar, tocar un instrumento, etc.). Todas esas capacidades y competencias son fundamentales para vivir en un mundo incierto y cambiante, que está demandando de ellos (los niños) y de nosotros (los adultos) un modo de pensar y actuar flexible, adaptable y creativo, buscando soluciones con otros a los desafíos que se nos plantean.
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