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Regístrate y accede a la revistaQue Leonardo da Vinci fue un genio de la pintura no es algo que desconozcamos. Sus obras maestras, como La Anunciación, La Virgen de las Rocas, La Adoración de los Magos, La Dama del Armiño, La Última Cena y, en especial, La Mona Lisa, han marcado la imaginación colectiva de varias generaciones de entusiastas del arte y han sido reproducidas –hasta el cansancio– convirtiéndolas en íconos de la cultura pop. Sin embargo, el interés de Leonardo va mucho más allá de la pintura, abarcando múltiples disciplinas tales como la anatomía, arquitectura, botánica, ciencia, escultura, filosofía, ingeniería, música, poesía y urbanismo. La cualidad que propició esa búsqueda de conocimientos fue, sin duda, la curiosidad, que se manifestó en Leonardo desde su juventud, época en la que ya realizaba dibujos describiendo lo que veía y le llamaba la atención de la naturaleza. Además, realizó caricaturas y practicó la escritura especular (en espejo) en dialecto toscano.
Mucho de lo que conocemos hoy del artista, lo podemos encontrar en sus escritos, ya que Leonardo dejó registro de lo que veía, pensaba e ideaba. Sus diarios se llenaron con más de 13.000 páginas de proyectos de maquinarias muy adelantadas a su tiempo, aunque la mayoría de ellas era imposible de realizar pues los modelos estaban inconclusos o bien porque aún no existía la tecnología para llevarlos a cabo. En estos diarios, también se encontraron estudios de anatomía, otra de sus pasiones: el estudio del cuerpo humano, de los músculos y huesos. Para este estudio no le bastó la observación, sino que fue un paso más allá y diseccionó órganos humanos, práctica que estaba prohibida en la época, pero que Leonardo desafió para lograr un conocimiento más desarrollado. Por ejemplo, ahondó en el funcionamiento del ojo humano. En materia de arquitectura y urbanística no sólo diseñó edificios y monumentos, sino que también ideó un sistema de canales y desagües para una ciudad, pues el agua, su movimiento y su poder destructivo fue otra de sus obsesiones. En esta materia, una de sus ideas más notables es la creación de una ciudad en dos niveles: la superficie para los peatones y el subsuelo para los vehículos y el transporte de cargas, idea con la que se adelanta a la urbe moderna.
Un Leonardo aún más desconocido para el público, hizo aportes en el campo de la música, disciplina que le atraía profundamente por su relación con las matemáticas. Además de tocar el laúd y cantar, este genio italiano mejoró instrumentos de la época y creó algunos nuevos como el órgano de agua, tambores mecánicos y la carraca de tubos alineados. Con posterioridad, todos estos bocetos fueron llevados a la realidad.
Es posible ver entonces que Leonardo da Vinci es por antonomasia un hombre que representa fielmente el Renacimiento y un símbolo inequívoco de las mejores características de ese período. Un personaje que se interesa en todo lo que le rodea y para quien los límites entre las disciplinas se vuelven difusos; que, a diferencia de la visión actual del aprendizaje, no encasilla ni divide el conocimiento, sino que lo unifica en el gran deseo de comprender el funcionamiento del mundo. Y hoy, en el año 2019, cuando se conmemoran 500 años de su muerte, sigue siendo una de las figuras más conocidas, admiradas e inspiradoras no solo para el mundo del arte, sino para áreas que a veces parecieran no poder convivir entre sí.
Se sugiere presentar algunas imágenes tanto de obras pictóricas de Leonardo da Vinci como de bocetos de proyectos de todo tipo y textos encontrados en sus diarios y códices. Para activar el diálogo y reflexión entre los estudiantes, se sugiere integrar algunas preguntas con respecto a lo que observan en estas obras. Se sugiere reflexionar con los alumnos sobre las características de Leonardo, vistas desde nuestros días. ¿Cómo sería un personaje como Da Vinci en la actualidad y qué cosas realizaría?
En la actividad práctica, se solicita que trabajen en grupos e identifiquen una necesidad de la época actual. Lo primero que harán, será crear una bitácora del proyecto incluyendo bocetos de sus partes y de su funcionamiento, además de incluir un registro de cómo llegaron a la idea. Posteriormente, realizarán una maqueta de la máquina utilizando materiales simples como papeles de distintos tipos, palitos de maqueta, e incluso materiales de desecho. Para terminar, registrarán en su bitácora los resultados de su proyecto y sus impresiones. En el cierre compartirán sus diarios y experiencias con sus compañeros.
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