Desde hace ya dos años está en marcha la nueva Ley de Carrera Docente que, entre otros aspectos, aumenta las horas no lectivas para los profesores y pretende acrecentar la valoración de la carrera del profesor a través de un nuevo sistema de remuneración, entre otras cosas. ¿Cómo ha afectado esto al bienestar de los profesores?

Según Ernesto Treviño, director de Centro UC para la Transformación Educativa, “si bien se han mejorado las condiciones de los docentes en cuanto a horas no lectivas, aún permanecen otras condiciones de estrés como lo son las relaciones autoritarias en la escuela, el excesivo número de estudiantes por curso en escuelas urbanas, las condiciones de marginalidad y de abuso que viven algunos estudiantes y que afectan emocionalmente a los docentes, y las presiones burocráticas y del sistema de rendición de cuentas como el Simce”.

Ernesto Treviño, director de Centro UC para la Transformación Educativa

Sin embargo, para Claudio Asenjo, director del Liceo Agrícola de Chillán, SNA EDUCA, “el aumento de horas no lectivas para los docentes es un cambio altamente positivo y deseado para mejorar la calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje, dado que un buen trabajo de aula requiere de labores previas, las que todo profesor debe realizar. Lo anterior facilita en nuestro establecimiento la reflexión pedagógica y el desarrollo de un trabajo cooperativo entre pares, poniendo en común las metas a lograr, permitiéndoles buscar definiciones colectivas y herramientas comunes para responder a los nuevos requerimientos de los estudiantes, y finalmente los profesores con este cambio están más satisfechos y pueden enfrentar su desafiante labor acompañados y de mejor forma”.

Ernesto Treviño afirma que, si bien se han mejorado las condiciones para los docentes, aún persisten situaciones de estrés que les afectan emocionalmente en sus trabajos, como las presiones burocráticas del sistema.

Respecto a la valoración de los profesores, Treviño afirma que “es cierto que se han hecho importantes esfuerzos, pero las estimaciones recientes que muestran que tendremos un déficit de profesores en los años venideros indican que la valoración social aún no es tal como para atraer a egresados destacados de educación media a todas las carreras de pedagogía acreditadas en el país”.

Por su parte, Asenjo afirma que “para nuestro establecimiento, y en general para la Corporación SNA Educa a la cual pertenecemos, el equipo de profesores siempre ha sido valorado por el rol fundamental que desempeñan y por el alto compromiso que los caracteriza en la formación de nuestros estudiantes. En este sentido, nuestra preocupación permanente ha estado centrada en apoyar el desarrollo tanto personal como profesional de nuestros docentes, lo que se refleja, entre otras cosas, en la relevancia de ingresar el establecimiento al Sistema Nacional de Desarrollo Profesional Docente, postulando el año 2017, donde recién este año iniciaría gran parte de ellos su proceso de reconocimiento. Para ello, también estamos abordando el dar las condiciones y el apoyo necesarios para el éxito en su progreso”.

El director del Liceo Agrícola de Chillán destaca tres elementos que, en su colegio, permiten una alta valoración y, en definitiva, lograr que los profesores trabajen en un ambiente favorable: “el espacio físico, la acogida y el buen trato. El espacio con que cuentan es amplio, con áreas verdes y cómodas instalaciones. La calidez y la acogida se viven a diario ya que forman parte de los pilares institucionales. Finalmente, también destaco el respeto y el trabajo colaborativo entre los docentes que es parte de la cultura”.

Claudio Asenjo, director del Liceo Agrícolade Chillán, SNA Educa

¿Escases de profesores?

Según el reciente estudio realizado por Elige Educar, “Análisis y proyección de la dotación docente en Chile”, el año 2025 podrían faltar 32.000 profesores idóneos en el país.

Respecto a estos resultados, y a las mejoras propuestas en la nueva política docente sobre la valoración de los profesores, Ernesto Treviño señala: “Falta aún esperar para visualizar mejor los cambios en la valoración, pero la combinación de gratuidad con los nuevos requisitos para ingresar a las carreras de pedagogía y para ser profesor en el sistema público o subvencionado parece haber tenido efectos contradictorios. Por un lado, se elevó la valoración de la carrera mediante mejores condiciones laborales y mayores exigencias académicas para estudiantes y carreras. Sin embargo, por el otro lado, los estudiantes que podrían aspirar a estudiar educación, con los mayores requisitos de ingreso y la gratuidad, tienen posibilidades de estudio más amplias y pareciera ser que muchos de ellos no se inclinan por estudiar pedagogía”.

El señalado estudio detectó que en el sistema escolar de Chile hay casi 7.000 profesionales que, si bien tienen la autorización legal para hacer clases, no cuentan con un título de profesor en el nivel que las imparten. Es decir, no tienen una preparación disciplinaria o pedagógica. Aunque este problema representa solo el 3% de quienes hacen clases hoy, el estudio proyecta que en 2025 este desafío se cuadruplicará.