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Abr 2024 - Edición 281

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Mejoras en la Educación Técnica Profesional

Tal como anunció el Presidente de la República, Sebastián Piñera, uno de los focos de su gobierno será visibilizar y potenciar la educación técnico-profesional en Chile. Para ello, apuntan los expertos, será clave focalizar la formación de alumnos en habilidades socioemocionales, mejorar la vinculación con la empresa y coordinar el trabajo de los equipos directivos al interior de los establecimientos TP.

Por: Marcela Muñoz Illanes
Mejoras en la Educación Técnica Profesional

Según revela el último informe publicado por Vertebral, de mayo recién pasado (“Más allá de la reforma. Desafíos de la educación superior técnico-profesional para el siglo XXI”), respecto de los cambios ocurridos en el mundo actual, “la globalización de los mercados y el impacto de los progresos tecnológicos han generado presiones en el entorno laboral”, haciéndolo “altamente exigente, en tanto las capacidades requeridas para enfrentar dicho proceso de transformaciones son cada vez más complejas y diversas en su naturaleza”.

En el estudio se subraya “la relevancia de contar con habilidades no solo disciplinares o técnicas, sino también competencias socioemocionales, para conformar el nuevo perfil requerido de los recursos humanos del siglo XXI e impactar en la empleabilidad, productividad y generación de oportunidades de desarrollo para los países y para los trabajadores”.

“Nuestro gran desafío es no ser de los países que mirarán cómo se pierden muchos de los trabajos actuales, sino de los países que liderarán sobre los nuevos trabajos que se van a crear. Nuestro sueño es que el próximo cobre de Chile sea el capital humano. Queremos transformar a Chile en uno de los países que tomen ventajas de las oportunidades que nos ofrece la economía digital”.

Se explica allí que “las llamadas competencias socioemocionales siguen siendo consideradas críticas para evidenciar un buen desempeño y buenos resultados en el ámbito del trabajo; entre estas se destacan el liderazgo, trabajo en equipo, comunicación efectiva, resolución de problemas, manejo de situaciones críticas, comportamiento ético, aprender a aprender e innovar (OIT, 2015)”.

Por ello es que tal como asegura Pablo Kusnir, gerente de Educación y asesor de Gerencia General de la Corporación Sofofa, se trata de una tendencia transversal la necesidad de formación en habilidades socioemocionales. “Sin embargo, desde Sofofa hemos notado que al momento de consultar a los empleadores cuáles son esas habilidades, se tiende a exagerar sobre las cualidades requeridas de los trabajadores. Es claro que el sistema educativo no está proveyendo a la velocidad de crecimiento de la industria los cambios actitudinales de sus nuevas generaciones, es por esto que las empresas deben comprender que ellas también juegan un rol preponderante en la formación de sus colaboradores. Estrategias como la formación dual son, en ese sentido, ideales para el desarrollo de habilidades requeridas por la industria”.

Es que, en opinión de Alfonso Swett, presidente de la CPC, “en Chile tenemos el enorme desafío de contar con un sistema de formación para el trabajo; esto es, que los jóvenes tengan efectivamente la oportunidad de formarse en las habilidades y las competencias que van a requerir al momento de ingresar al mercado laboral. Porque, entre otras cosas, las personas nos formamos para trabajar, para tener una mejor calidad de vida”.

Alfonso Swett. presidente de la CPC. 

Según el personero de la CPC, hasta hace unas décadas, el conocimiento era lo más importante y nuestra formación se basaba en él; “sin embargo, hoy, que vivimos la 4ª revolución industrial, la de la economía digital, nuestro mayor desafío es transitar desde esta educación del conocimiento –que aún persiste en nuestras salas de clases– hacia una enseñanza-aprendizaje de calidad, en habilidades demandadas, que hoy son más complejas, menos rutinarias”.

Ahora, explica el informe de Vertebral, “los empleadores buscan un trabajador ‘integral’, con una mirada flexible y capacidad de adaptación al cambio”. Si bien el conocimiento de los contenidos específicos de cada ocupación es básico, el empleador requiere de colaboradores que “sean capaces de asumir los giros estratégicos de cada una de las empresas u organizaciones, pues estas están cada vez más dispuestas a realizar cambios que les permitan adaptarse al contexto. Para ello, se estima que el trabajador debe contar, además de las competencias socioemocionales antes descritas, con otras como la búsqueda y análisis de información y manejo de tecnología, en este último caso, fruto de la automatización de procesos”.

Lo que ocurre, puntualiza el exsecretario de Educación TP del Mineduc y gerente de la Corporación Educacional Asimet, Alejandro Weinstein, es que “si uno revisa bien los programas de formación curricular, descubre que no son especialmente deficitarios en habilidades blandas, el problema está en la implementación de esas mallas, en tener metodologías atractivas y novedosas para aplicarlas. Lo otro, y que en parte es la causa de lo anterior, es la falta de capacitación para que los docentes sepan cómo enseñar esas habilidades blandas. Si los profesores están acostumbrados simplemente a pasar materia, entonces no tienen ni una posibilidad de enseñar esas habilidades del siglo XXI”.

Anuncios presidenciales

En esa misma línea, destaca Pablo Kusnir, uno de los mayores desafíos “en términos de política pública, en el corto plazo, se refiere a la dependencia de los servicios locales de educación, donde se debe diseñar una estructura que sustente el funcionamiento del conjunto de los liceos TP y que no se deje invisibilizar frente a la modalidad científico-humanista. Este nuevo ordenamiento exigirá una vinculación más sistematizada con el sector productivo. De no lograrse, la EMTP nuevamente será relegada a una modalidad de menor trascendencia social”.

Es que se trata de un tema relevante para el país, razón por la cual el Presidente de la República, Sebastián Piñera, presentó, en abril pasado, un proyecto de ley de gratuidad en institutos profesionales y centros de formación técnica, el cual establece la ampliación del beneficio al 70% de las familias más vulnerables a partir del próximo año, remarcando que el compromiso es llegar al 90%. En este avance hacia la meta, serán 13 mil estudiantes los beneficiados, señalando que la iniciativa legal se enmarca en los cuatro grandes objetivos de su gobierno en materia de educación.

“Promovemos la educación dual como una herramienta para la formación de técnicos. La vinculación con empresas bajo esta modalidad es, en estricto rigor, obligatoria”.

A ello se suma, dice Alfonso Swett, la necesidad de “diseñar programas de formación que den respuesta a las necesidades de los sectores productivos y, por ello, hay que estar muy atentos a los cambios que estamos empezando a visualizar. Una gran proporción de los trabajos actuales podría ser reemplazada por robots, una realidad que desafía a la educación que tenemos. Un ejemplo de esto es la línea 6 del metro, que demuestra que la automatización ya es una realidad en Chile. Para esto se requieren personas con habilidades técnicas, que también sepan trabajar en equipo, resolver conflictos, gestionar el tiempo de manera efectiva, ser creativas al enfrentar desafíos, comunicar, que hoy tan importante es. Es probablemente la única manera que tenemos de que la transformación digital no nos pase por encima”.

Pablo Kusnir, gerente de Educación y asesor de Gerencia General de la Corporación Sofofa

Para enfrentar estos desafíos, afirma Alfonso Swett, “en la CPC, de la mano con Clapes, creamos un Comité de Estrategia Digital para el desarrollo de políticas públicas, con exponentes locales y extranjeros del mundo de la innovación y la tecnología, con el objetivo de abordar temas laborales, educacionales, de capacitación y de inversión. Además, hemos conformado el Consejo de Competencias Industrias 4.0 como instancia de trabajo en la que participan empresas y gremios junto a líderes de instituciones de formación, con el fin de establecer la demanda de competencias con énfasis en las nuevas necesidades de la evolución tecnológica, para facilitar el ajuste de la oferta formativa”.

Justamente con ese foco es que el Presidente Piñera señaló que el Gobierno hará un “especial esfuerzo para que en los 300 nuevos liceos de excelencia tengan un lugar prioritario los liceos técnicos de excelencia”. A ello se sumó el anuncio de la “reformulación y modernización” del sistema de capacitaciones. “El mundo moderno exige que estudiemos toda la vida”, apuntó el Mandatario.

Sobre los anuncios, Alejandro Weinstein es claro: “hasta ahora los anuncios han sido muy prometedores. Los liceos Bicentenario pondrían en relevancia a muchos liceos TP y les entregarían herramientas (y dinero) para que se destaquen. La potenciación de los CFT e IP suena bien pero no se sabe bien a qué se refiere. El 70% de gratuidad agrega unos pocos alumnos, pero más que eso pone en primera plana a los TP. Lo de permitir que la plata de Sence se gaste en centros de formación técnica es muy potente, habrá que ver en definitiva cómo se implementa. Quizás lo que falta y de lo que en algún momento se habló es sobre el dual”.

En opinión de Weinstein, son buenas noticias, que espera que se concreten y se empalmen con lo que se venía haciendo. “Se ha avanzado bastante en los últimos diez años como para volver a empezar desde cero. Me gusta la política del 70% porque vuelve a destacar a la TP por sobre las universidades, es algo simbólico pero que viene a equilibrar algo que se hizo mal anteriormente: como la gratuidad partió exclusivamente en las universidades, en el inconsciente colectivo quedó más patente que ella tenía que ver con las universidades y no con los CFT e IP”, dice Weinstein.

Se valora la visibilización de la EMTP dentro de los anuncios presidenciales, advierte Pablo Kusnir. “Sin embargo, es necesario ahondar en el diseño de soluciones pertinentes. Por ejemplo, ¿qué significa calidad en EMTP?, ¿qué criterios debiera tener un liceo para optar a ser Bicentenario? Faltan definiciones acerca de la implementación de leyes aprobadas, ¿qué pasará con la EMTP y los servicios locales?, ¿qué pasará con la ley de carrera docente y los profesores de especialidad?, ¿cómo afectarán los cambios curriculares recién aprobados por el CNED?, entre otras”.

Alejandro Weinstein, exsecretario de Educación Técnico-Profesional del Mineduc y gerente de la Corporación Educacional Asimet.

Vinculación con la empresa y sector productivo

En Sofofa, señala Pablo Kusnir, “promovemos la educación dual como una herramienta para la formación de técnicos. La vinculación con empresas bajo esta modalidad es, en estricto rigor, obligatoria”.

Cuenta que en los últimos años han observado con grata sorpresa que se están sumando al esfuerzo de la formación de técnicos, “actores relevantes del sector productivo, que han incorporado como políticas estratégicas de recursos humanos la formación temprana de las nuevas generaciones. Además, cada especialidad conforma un Consejo Asesor Empresarial (CAE), junto a empresas asociadas, donde se encargan de revisar las demandas y/o necesidades de su sector industrial versus la oferta que entrega el liceo”.

Por ello es que Alejandro Weinstein reitera que para mejorar la necesaria vinculación con el sector productivo “existen tres posibilidades bien conocidas: lo primero es tener un Consejo Asesor Empresarial (al cual de verdad hay que tomar en cuenta), la otra forma la constituye el sistema dual donde hay una conexión permanente con el sector productivo, la tercera alternativa, pero que en general ocurre a consecuencia de las dos anteriores, es tener al menos una actualización de las mallas de cada una de las especialidades. Esto debe hacerse sí o sí con el sector productivo correspondiente. La otra alternativa que es muy práctica, efectiva y muchas veces barata, es la capacitación de profesores o formación de formadores, las empresas tienen mucho que enseñarles a los profesores y ellos pueden distribuir ese conocimiento a muchos alumnos”.

“Si uno revisa bien los programas de formación curricular, descubre que no son especialmente deficitarios en habilidades blandas, el problema está en la implementación de esas mallas, en tener metodologías atractivas y novedosas para aplicarlas”.

Equipos directivos

Explica Pablo Kusnir que es clave empoderar y trabajar al interior de los establecimientos con los equipos directivos. Para ello, “la mejor forma de hacerlo es tener objetivos claros. Se debe atacar la ambivalencia de la educación técnica; es decir, definir con claridad el propósito de ser un liceo TP. Muchos establecimientos no determinan cuál es el foco de su labor, llegando a casos donde hay fines contrapuestos; por ejemplo, formar para PSU y trabajo técnico”.

Cuando los objetivos son inequívocos, el trabajo se alinea y los equipos directivos tienen más disposición a atacar los problemas reales. Dice Kusnir que “en los liceos Sofofa trabajamos en torno a cinco objetivos estratégicos, la construcción de ellos fue participativa, no exenta de discusiones; no obstante, ahora podemos decir que nuestros establecimientos tienen un foco claro en lo técnico”.

Aníbal Vial, gerente general de Fundación Irarrázaval

El aporte de la Fundación Arturo Irarrázaval a la educación media técnico-profesional

Conversamos con Aníbal Vial, gerente general de la Fundación Irarrázaval, institución que fue creada hace 98 años y cuyo propósito es contribuir al sostenimiento y desarrollo de establecimientos de educación media técnico-profesional, al alero de una formación espiritual sustentada bajo los principios de la moral cristiana.

—¿Cuáles son los desafíos que tiene el sector TP para este año, considerando los anuncios del Gobierno sobre gratuidad para el sector, el lugar prioritario de los “liceos técnicos de excelencia” y la “reformulación y modernización” del sistema de capacitaciones?
—En general, nos parece que todo lo que incluye la pregunta –potenciar la ETP, hacerla más visible como opción, darles prioridad a los liceos técnicos y favorecer en ellos la excelencia, perfeccionar el Sence– da cuenta de una agenda correcta. Que esto adicionalmente vaya asociado a una sustancial mejora en la educación inicial, como se ha señalado, sin duda revela una voluntad clara de poner las prioridades en el orden correcto. Esperamos que haya suficiente convicción y fortaleza –y recursos desde el Ministerio de Hacienda– para sostener esta agenda, porque favorece a los niños y a los jóvenes que más lo requieren. Nos parece que es por esa vía que un país crece de manera genuina, atendiendo las que son a todas luces sus prioridades, y no cediendo con debilidad a los que gritan o que parecen tener más poder de presión.

—¿Qué desafíos existen en el sector TP para el futuro, respecto de mejorar los programas de formación de alumnos en habilidades blandas (análisis de datos, resolución de problemas complejos y pensamiento crítico, creatividad e innovación, comportamiento ético)?
—El aporte de Vertebral me parece sumamente importante. El mundo educacional TP y el mundo del trabajo, es patente, viven casi a diario obsolescencias, innovaciones, verdaderas revoluciones; en consecuencia, la flexibilidad es o debe ser como su ADN, y en ese sentido Vertebral ha sido proactivo y ha sabido estar a la altura. En la enseñanza media TP el asunto es complejo porque cambiar un programa es una odisea. Éste es un desafío enorme: la ETP requiere poder innovar con flexibilidad. Pienso que, en esto, Vertebral está jugando un rol importante, que incluye la enseñanza media TP; de hecho, lo destacan en sus propuestas.

“Hay que acercar la empresa a la educación: invitar a los empleadores a los colegios, a seminarios o encuentros, hay que ir con los alumnos a visitar las empresas, integrar a los empresarios en consejos asesores empresariales que ayuden al colegio”.

También en la RED de 120 colegios que apoya la Fundación Irarrázaval hemos trabajado muy estrechamente con Inacap, que ha mostrado gran
preocupación por este nivel de enseñanza a través de su Centro de Estudios de la Enseñanza Media (CEDEM). Es clave la articulación, la pertinencia en los estudios TP de la enseñanza media.

—¿De qué manera mejorar la vinculación con la empresa y el sector productivo para avanzar en el sector TP?
—Hay que acercar la empresa a la educación: invitar a los empleadores a los colegios, a seminarios o encuentros, hay que ir con los alumnos a visitar las empresas, integrar a los empresarios en consejos asesores empresariales que ayuden al colegio.

La experiencia que conozco es muy buena, se integran con gusto y ayudan de forma concreta. Sin perjuicio, lo más importante es que hay que formar bien a las personas que se requieren hoy. Y en esto es claro que lo que los empleadores piden son personas que, obviamente, conozcan los aspectos técnicos asociados al trabajo que corresponda, pero por encima de eso, piden que sean personas que sepan leer bien un texto o una instrucción, capaces de entenderla, saber expresarse adecuadamente, razonar con mínima lógica, saber preguntar si no se sabe o se tienen dudas, con capacidad integradora, con un compromiso ético marcado, que se exprese en formas de respeto elementales: llegar a la hora, no sacar la vuelta, hacer bien lo que se les encargue, que sean veraces… que sean, en suma, personas educadas, buenas personas. Esto hay que enseñarlo, y para eso hay que primero saberlo; sin ese saber difícilmente será posible enseñarlo.

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