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Regístrate y accede a la revistaDurante el mes de junio, Alfredo Zelaya, director ejecutivo del Grupo Educar, viajó al País Vasco, en España, invitado por el gobierno español y Tknika, una organización dependiente de la Viceconsejería de la formación técnica del País Vasco, para asistir al congreso “Encuentro Internacional de Entrenamiento Vocacional”, donde se conversó sobre los desafíos de la educación técnica al 2021.
En el congreso participaron más de 1.200 profesionales de más de 47 países. De Chile asistieron también Aníbal Vial, gerente de la Fundación Irarrázaval; Rodrigo Núñez, encargado de Relaciones Internacionales de Duoc UC, y los profesores José Gaete y Alejandro Roa, ambos directores de colegios miembros de la Fundación Magisterio de la Araucanía.
El encuentro tuvo como objetivo dar respuesta y hacerse cargo de los desafíos que presenta la educación técnica, dentro de un contexto muy novedoso: el de gestionar los liceos y colegios “desde la incertidumbre”. “Lo anterior desde la lógica de enfrentar los nuevos cambios y desafíos por el avance sostenido que presenta la tecnología”, explica Alfredo Zelaya, quien nos contó acerca de esta interesante experiencia.
—¿Qué valoración se le da a la EMTP en esos países?
—En Europa está más bien relacionada con un tema cultural. Llevan siglos, desde la formación de los gremios medievales en que solo existían esas profesiones; comenzando de aprendiz, pasando por oficial y luego alcanzando el grado de maestro. Se trata de costumbres ancestrales en que la educación TP es un tema tanto o más importante que lo profesional.
—¿Algunas similitudes y diferencias de nuestra educación con el extranjero?
—Cosas similares, muchísimas. Similitudes en las formas diversas de aplicar y enfocar la tecnología desde el hacer y tratando de cubrir las necesidades del mercado. En la educación técnica se complementan perfectamente la educación con la industria y la industria con la educación. Ambos actores se buscan y no conciben trabajar en forma aislada. De igual forma, la investigación y la innovación van y vienen de ambos sectores, se están constantemente validando el uno al otro, a través del hacer.
Otro aspecto que me llamó la atención es que preparan a las personas para el futuro: escuché a un exponente decir: “El presente ya pasó”. Lo anterior se refleja, por ejemplo, en la necesidad de no quedarse, de romper con la inercia, están constantemente replanteándose los temas, rompiendo las zonas de confort. Están con las mentes abiertas, tan abiertas como un paracaídas en plena apertura.
—¿Cómo ven y focalizan el aprendizaje?
—Logran el aprendizaje basado en competencias y competencias basadas en desarrollo de talentos, del desarrollo de habilidades basadas en proyectos. Se van logrando así capacidades tan básicas pero importantes como la de adaptación, la reacción y, sobre todo, de anticipación.
Frente al momento de cambio, frente a los momentos de crisis, lo importante será más que poner muros para no sentirse afectado, aprovechar los vientos de cambio como lo hacen las velas del barco, sabiendo sí, a través del estudio y la innovación, lograrlas direccionar bien y no ser destruido por las fuerzas exógenas.
—¿Qué papel juega el maestro guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje?
—Lo más importante es que se apuesta por las personas, ellas son el eje del cambio, de la transformación. En primer lugar, está la formación de la persona, no solo formarla en lo técnico, sino también en sus habilidades blandas, su inteligencia emocional, su capacidad para enfrentar cambios, desafíos y, sobre todo, lo que se refiere a la posibilidad de resolución de problemas. Formar personas de criterio que puedan no solo conjugar lo técnico sino también lo humano.
—¿Qué rol juega el trabajo colaborativo en este proceso de cambio?
—Trabajar de la mano de los objetivos, con los predictores de metas y logros siempre presentes, teniendo en cuenta la flexibilidad, pues estamos en un mundo cambiante. Una buena configuración de los equipos, donde cada uno sepa bien su deber y tenga las herramientas y medios para sacar adelante los objetivos planteados a priori.
Con estrategias claras, con un trabajo bien trazado y cohesionado, con generosidad y apertura, con confianza e innovación, donde todos hagan su labor y donde todos confíen unos en otros y todos se fíen y confíen en el que hace de cabeza.
La confianza pasará también por responsabilizarse de los fracasos y también de los éxitos, no apropiándose de estos últimos, sino sabiendo reconocerlos, dándole el mérito que corresponde a cada uno de los miembros de la organización, sobre todo a la labor que desempeñan los profesores y maestros guías, que de manera oculta y anónima, hacen que las cosas ocurran.
—¿Cómo se gestiona el cambio?
—Gestión del cambio, a través de la preparación de personas que piensan, estudiantes bien preparados que sean capaces de manejar procesos y lograr cambios tomando las decisiones que corresponden en cada momento y situación.
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