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Abr 2024 - Edición 281

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Los buenos profesores mejoran la asistencia a clases

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A fines del año pasado, visitó nuestro país Hedy Chang, investigadora y directora del programa Attendance Works, EE.UU., quien explicó los efectos de la inasistencia durante los primeros años de escolaridad sobre los resultados académicos posteriores y comparó nuestra realidad con la de  Estados Unidos. Volvimos a conversar con ella sobre la importancia de asistir a clases.

Por Marcela Paz Muñoz Illanes

Hedy Chang, investigadora y directora del programa Attendance Works, EE.UU., conoce muy de cerca la realidad norteamericana y está convencida que, al igual que en Chile, la pobreza constituye uno de los factores más importantes que impiden regularizar la asistencia de los alumnos a clases. “Es en ese contexto donde se enfrentan desafíos para llegar al colegio o conseguir transporte, y donde existen problemas de salud no resueltos”.

Sin embargo, realiza  una advertencia: “Cuando la instrucción no es de calidad, los padres suelen desencantarse”, y por ello asegura que los profesores cumplen un papel clave en motivar a los estudiantes para no faltar a clases.

 ¿Cuán grave es el ausentismo escolar?

—Prestar  atención al ausentismo crónico es importante ya que si los niños faltan a clases, dejan de aprender. Muy pocas personas han entendido la verdadera importancia de asistir a la escuela a diario. Dos días cada mes que un niño o joven falte a clases en los primeros años de vida escolar, como en kínder, significa un retroceso en el aprendizaje de esos alumnos. Particularmente, si ese estudiante depende cien por ciento de la escuela para aprender a leer y a desarrollar sus habilidades matemáticas. El ausentismo es un problema latente en Chile y en otros países, y es fundamental hacerse cargo desde que los niños son pequeños, pues implica que se pierdan de actividades que son muy importantes en su desarrollo escolar futuro. En esta edad es cuando los pequeños construyen las bases de su desempeño académico y crean sus propios hábitos de asistencia, los que serán predictores de cómo ésta evolucionará con el paso de los años. 

Un estudio —en vías de publicación— de Michael Gottfried nos muestra que existe una conexión entre el ausentismo y el desarrollo socioemocional de los niños. En esta investigación se nos dan  luces sobre el hecho de que  los niños al entrar a la escuela están muy motivados, pero si  presentan ausentismo crónico, esa motivación va a la baja. No sabemos cuál es la razón de esta desmotivación ni tampoco si existe alguna variable externa que explique esta relación.

¿Es muy diferente nuestra situación a la de Estados Unidos? 

—Es esencial entender la situación local para enfrentar el problema. En Estados Unidos agrupamos las causas en tres categorías clave: baja percepción de las familias acerca de la importancia de asistir a clases (lo que incluye simplemente faltar un día o dos a la escuela); problemas de salud o de transporte; y dificultades derivadas de no querer asistir debido a un adverso clima escolar. 

Poder conocer cómo cada uno de esos factores origina el ausentismo escolar depende de la realidad local de cada establecimiento educacional. En el caso de Chile, luego de adentrarme levemente en vuestra realidad, señalaría  que los problemas de salud para asistir a la escuela no son tan importantes; más bien, se debe a condiciones propias de la escuela (por ejemplo, la cantidad de alumnos por sala) y, además, la baja percepción que existe en las familias de la importancia de ir a clases.

En concreto, ¿cómo se enfoca ese tema en Chile?

—Existe un estudio que publicó la Fundación Educacional Oportunidad en el año 2012, el cual fue diseñado por Harvard University demostró que 2/3 de los niños chilenos presentan ausentismo crónico, y eso es bastante más alto que los niveles que hemos visto en Estados Unidos, donde estudios en distintas ciudades demuestran que este llega a un 15%.

Quizás, en estos altos niveles de inasistencia puede influir el tamaño de los cursos, pues impide que se dé una relación más personalizada entre estudiante/profesor y profesor/familias. Lo preocupante es que esta situación no solo afecta al niño en cuestión, sino también a sus compañeros pues, como presentan una asistencia intermitente, obliga a los profesores a repetir los contenidos y a trabajar una y otra vez con quienes van quedando rezagados por no ir a clases. Este ritmo deja al profesor en una situación muy desafiante pues hace más difícil lograr los resultados esperados con los niños.  

La gente piensa en la asistencia como algo útil para el financiamiento, no como un punto de información que finalmente ayuda a entender el resultado de los niños. Los maestros miden la asistencia porque así les piden hacerlo, pero con esa información pocas veces se va más allá. No se analiza si las ausencias suman o si el niño que no ha estado yendo es el mismo que se está quedando atrás en la materia.

¿Es posible revertir esa tendencia?

—Podemos hacernos cargo del ausentismo crónico, pero sus resultados se ven con el paso del tiempo. Hay que ser muy sistemático, dedicar tiempo y compromiso a combatirlo.  Algunas de las vías a las que es factible acudir, según lo comprobado en Estados Unidos, se refieren al trabajo conjunto entre las escuelas y las comunidades para examinar datos que nos permitan identificar cuándo la baja asistencia se convierte en un problema, y buscar formas para mejorarla. También se puede hacer un trabajo con los padres cuando los niños son pequeños, para construir hábitos de buena asistencia. Por otro lado, es muy útil diagnosticar y abordar cuáles son las barreras más comunes para que los niños puedan ir a clases. En muchos casos, desde la escuela se puede aportar para resolver situaciones complejas, como pueden ser deficiencias en el transporte, caminos peligrosos a la escuela, falta de atención médica o violencia en el entorno más cercano.

¿Por qué los profesores son claves?

—Los docentes juegan un papel crítico ya que los estudiantes van a asistir a clases cuando existe empatía con sus profesores, ellos les enseñan y motivan, pero además están atentos a resolver situaciones y acompañarles cuando se ausentan de clases.

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