Para conocer más de cerca lo que significa el Aprendizaje Socioemocional o SEL, por sus siglas en inglés, es útil comenzar con una definición clara de qué es y cómo se desarrolla. SEL es el marco a través del cual las personas de todas las edades adquieren habilidades para comprender y manejar sus emociones, fomentar relaciones positivas, tomar decisiones informadas y sentir y mostrar empatía.

De acuerdo a los fundadores de CASEL, organización estadounidense, fundada en 1994 por el prestigiosopsicólogo Daniel Goleman, que se dedica a la investigación, implementación y acompañamiento de programas de SEL en colegios, centro educativos y otras instituciones, el Aprendizaje Socioemocional se basa principalmente en el desarrollo de cinco habilidades o competencias básicas para el bienestar social y emocional necesarias para tener éxito en múltiples áreas de la vida, que van desde lograr metas académicas hasta sentirse más seguro en las interacciones sociales.

1. Autoconciencia o Conciencia emocional:

Es la capacidad de un niño o un adolescente para nombrar la emoción que está sintiendo, comprender cuáles son las cosas o situaciones que las desencadenan y conocer sus propias fortalezas y limitaciones. El aprendizaje socioemocional tiene como objetivo que los niños y adolescentes adquieren esta capacidad antes de llegar a la adultez.

2. Autogestión o Administración autónoma:

En un mundo tan cambiante, rápido y difícil, los niños y jóvenes, e incluso los adultos, necesitan herramientas para manejar emociones complejas. El aprendizaje socioemocional incorpora actividades que permiten que los estudiantes fortalezcan sus habilidades de autorregulación y autogestión. Al igual que un músculo, el manejo de conflictos, el estrés y la impulsividad son habilidades que se deben practicar y fortalecer todos los días. Están directamente relacionadas con otras habilidades muy necesarias para la vida como son la capacidad de planificar, administrar bien el tiempo y fijar metas y completarlas, elementos vitales para alcanzar el máximo potencial académico, social y emocional.

3. Conciencia Social:

A medida que los niños crecen, comienzan a desarrollar lo que se conoce como Conciencia Social, es decir, la capacidad de empatizar con los demás, leer las emociones de los otros, conocer y sentir sus necesidades de los demás, y comprender y valorar la diversidad. Es la habilidad para tener perspectiva, comprender las normas sociales y éticas de comportamiento y reconocer los recursos y apoyos de la familia, la escuela y la comunidad. Se trata de dejar de centrarnos en nosotros mismos por un momento y comenzar a pensar en quienes nos rodean.

4. Habilidades interpersonales:

La gestión de conflictos, el cultivo de las amistades y las relaciones, el trabajo en equipo, el liderazgo, y las habilidades de comunicación son habilidades que no son innatas y que se deben desarrollar a través de la experiencia de relacionarse con los demás. La capacidad de un niño para construir relaciones saludables con adultos y compañeros en su vida lo preparará para el éxito a largo plazo.

5.  Toma de decisiones responsables:

El cerebro de un niño en la adolescencia no está aún preparado para tomar decisiones responsables. La corteza prefrontal es la última área del cerebro en desarrollarse y puede demorar hasta los 25 años en estar completamente formada. Esto significa que el cerebro del niño-adolescente es muy vulnerable a las influencias externas y las presiones sociales. Enseñar a tomar decisiones responsables y mostrar a los estudiantes el impacto de sus decisiones en los demás y sus planes futuros es una parte esencial del Aprendizaje Socioemocional.