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Mary Cassatt (1844-1926), pintora y grabadora estadounidense, es reconocida por su profunda y delicada representación de la maternidad. Aunque formó parte del movimiento impresionista en Francia y compartió con figuras como Edgar Degas, su enfoque artístico se destacó por capturar escenas íntimas de la vida cotidiana, especialmente la relación entre madres e hijos. Cassatt no fue madre, pero encontró en esta temática una fuente inagotable de expresión emocional y exploración formal.
A diferencia de las representaciones idealizadas de la Virgen con el Niño tan comunes en la historia del arte, Cassatt retrató la maternidad de forma realista, sin adornos ni símbolos religiosos. Sus obras muestran momentos de ternura cotidiana: una madre peinando a su hija, bañándola o simplemente abrazándola. Escenas en apariencia sencillas, pero cargadas de un profundo sentimiento y de una observación atenta de la psicología infantil y la conexión afectiva entre ambos personajes.
El baño, 1893. Óleo sobre lienzo, 100,3 x 66,1 cm. Instituto de Arte de Chicago, Estados Unidos.
Técnicamente, Cassatt utilizó el color, la composición y la luz para centrar la atención en los gestos y miradas que definen esa relación. En obras como El baño (1893), el cuerpo infantil y el de la madre se entrelazan en un espacio doméstico que transmite protección y cuidado. Sus grabados, inspirados en el arte japonés, también destacan por la simplicidad de líneas y la intimidad de las escenas.
En un contexto donde el arte era dominado por hombres y las mujeres tenían acceso limitado al mundo profesional, la artista estadounidense encontró en la figura materna una forma de dignificar la vida femenina. No como un rol impuesto, sino como una experiencia profunda, compleja y central en la vida de muchas mujeres. Sus obras no idealizan ni dramatizan: muestran la maternidad como una realidad tangible, marcada por el amor, el cansancio, la rutina y la belleza de lo cotidiano.
Mary Cassatt elevó la maternidad a una categoría estética y emocional sin recurrir a lo monumental ni a lo alegórico. Su legado es una afirmación silenciosa pero poderosa del valor de los vínculos humanos y de la vida doméstica como espacio legítimo del arte.
El paseo en bote, 1893-1894. Óleo sobre tela, 90 x 117,3 cm. National Gallery, Estados Unidos.
Actividad sugerida: |
Reunir a los estudiantes para observar algunas imágenes de las obras de la artista, motivando el diálogo mediante algunas preguntas tales como: ¿qué es lo que vemos? ¿Quiénes están en esta obra? ¿Cómo es la escena? ¿Cómo imaginan que es la vida de las personas de la obra?, etc. Posteriormente, invitar a los estudiantes a buscar alguna fotografía que tengan de su infancia donde estén con su mamá, abuela o personaje femenino que les haya cuidado. Tomar la fotografía y replicarla o reinterpretarla con la técnica artística que deseen. Pueden sumar un pequeño relato contando acerca de lo que sepan o recuerden de ese momento. Al finalizar, conversar acerca de lo que han realizado y aprendido, observando las obras de sus compañeros de manera respetuosa y constructiva. |
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