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Regístrate y accede a la revistaEn mayo, una delegación de WorldSkills Chile viajó a Brasil para asistir al Foro Mundial de Economía Circular. Conversamos con Alejandro Weinstein, director de WorldSkills International, sobre la importancia de que la educación TP se sume activamente a esta discusión.
Por primera vez en América Latina se realizó el Foro Mundial de Economía Circular (WCEF). El evento se llevó a cabo en Sao Paulo, del 13 al 16 de mayo. Desde nuestro país, una delegación con cinco integrantes de WorldSkills Chile participaron de este encuentro.
El evento reunió en Sao Paulo a más de mil especialistas invitados, incluyendo líderes empresariales, autoridades políticas y científicos de todo el mundo. Se realizaron 4 plenarios y 12 charlas paralelas que abordaron temas como innovación, minerales críticos, uso de agua, comida, cadena de valor, entre otros. La asistencia presencial solo era posible con invitación, pero hubo transmisión online liberada.
Claudia Gálvez, subdirectora académica de WorldSkills Chile, buscó revisar temas como soberanía y seguridad alimentaria, que se pueden trabajar, por ejemplo, desde las especialidades agrícolas y poder traspasar esas experiencias y proyectos a las escuelas de esa especialidad.
El valor de la educación TP para la economía circular
El equipo completo de WorldSkills Chile estuvo entre quienes viajaron a Brasil. Alejandro Weinstein, director de WorldSkills International, explica que es muy relevante que la institución se vincule a la sustentabilidad, porque “mucho del avance hacia allá pasa por carreras técnicas”. Da ejemplos como la gastronomía y desperdicio de alimentos, la automatización de procesos, y la mecánica automotriz y mejoras en los autos para reducir el impacto ambiental.
Por otra parte, “la economía circular genera nuevos mercados y puestos de trabajo que además son beneficiosos para todo el entorno”, dice. Siete millones de empleos a nivel global, para ser más exactos, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentado en el WCEF2024. Solamente en América Latina y en el Caribe, este potencial puede llegar a 4,8 millones de empleos.
En esas mismas fechas, y de manera consciente, Brasil fue escenario también de la Asamblea General de WorldSkills América.
Claudia Gálvez, subdirectora académica de WorldSkills Chile, explica que este evento se realiza cada dos años previo a las olimpiadas y tiene como foco tomar acuerdos, revisar las habilidades técnicas para actualizarlas, tomar nota de las que están ya fuera de la industria actual e incorporar habilidades del futuro justamente en el área de sustentabilidad.
Por otra parte, busca identificar el estado de cada uno de los 27 países miembros y cómo se alinean para poder dar un apoyo al desarrollo desde la educación, pero siempre vinculado con la industria. Alejandro Weinstein participó en calidad de director de WorldSkills International. “Para nosotros lo que pasa en la institución en América es un ejemplo. Ven muy bien lo que está pasando acá, ya que se trata de una organización relevante y que está sacando personalidad jurídica”, aseguró Weinstein.
Sobre los desafíos dados por la autoridad, mencionó el de lograr que más países se sumen a la organización regional, y que más naciones de América participen de WS International.
Visitas en terreno: inspiración para Chile
Claudia Gálvez.
Además, la delegación chilena visitó liceos y centros del SENAI (la institución privada que impulsa la educación técnico profesional de Brasil), así como empresas que trabajan con alumnos. El objetivo fue profundizar aún más las conexiones entre ambos países. “A través de WordSkills Chile hemos enviado a profesores a capacitarse a empresas en Brasil, donde solo tienen que pagar el pasaje. Es muy favorable porque se trata de un país muy industrializado y esperamos se puedan generar nuevas oportunidades”, recuerda Weinstein.
Gálvez dice que observaron elementos que se pueden replicar en Chile, como lograr una conexión muy profunda entre escuelas e industria, donde “la empresa está interesada en generar este semillero de futuros profesionales técnicos, y van retroalimentando los procesos ahí mismo en las escuelas. O sea, la empresa está metida en la escuela, desde donde van incorporando a los mejores trabajadores”.
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