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Abr 2024 - Edición 281

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Protagonistas en Educación Técnica, un desafío posible

¿Cómo lograr buenos resultados en medio de la pandemia? ¿Qué enseñar y cómo priorizar? Reunimos a un grupo de expertos y conocimos la experiencia de un colegio TP que se adelantó a los requerimientos del Mineduc. Esta es su historia y lo que señalan los expertos.

Por: Marcela Paz Muñoz I.
Protagonistas en Educación Técnica, un desafío posible

“Nuestro establecimiento postuló a las iniciativas de liceos Bicentenario, obteniendo esta categoría gracias al enfoque del desarrollo de habilidades del siglo XXI de nuestros estudiantes con foco en las llamadas Cuatro C: Comprensión, Pensamiento Crítico, Creatividad y Colaboración. De esta manera, debemos trabajar perseverantemente en potenciar estas habilidades para mejorar nuestros estándares educativos y así entregar más oportunidades a nuestros estudiantes”, cuenta desde el norte de nuestro país Carolina Guerrero, quien es la directora del Liceo Bicentenario Padre AIberto Hurtado Cruchaga de Pica, establecimiento que cuenta con el apoyo de Fundación Educacional Collahuasi.

Carolina Guerrero, directora del Liceo Bicentenario Padre AIberto Hurtado Cruchaga de Pica

Se trata de un trabajo que han realizado en ese colegio, y que les convierte en la única carrera técnica agrícola de Tarapacá. “Esta especialidad es aún más importante sabiendo que, además de ser el único liceo con la carrera de Agricultura, enseñamos esta ciencia bajo condiciones ambientales extremas y en un maravilloso microclima de oasis. Nos relacionamos con la comunidad en primera instancia considerando la importancia de la agricultura local y la cultura de nuestra zona, de esta manera preparamos a jóvenes para enfrentar las problemáticas actuales y cómo adaptarse a producir de manera sostenida y sustentable, respetando siempre nuestras raíces”, explica la directora.

“Debemos potenciar trabajos colaborativos y articulados entre asignaturas para crear disciplinas lúdicas y llamativas, enfocadas siempre en ser facilitadoras de contenidos, potenciando a nuestros estudiantes para ser autónomos y disciplinados en la búsqueda de conocimientos”. Carolina Guerrero.

Un trabajo que hoy más que nunca cobra sentido ya que, como explica Aníbal Vial, gerente de Fundación Irarrázaval, lo importante en este tiempo es “trabajar, priorizar y, sobre todo, fortalecer el trabajo colaborativo en redes. Eso hoy lo podemos hacer por vía electrónica y es una buena oportunidad para aprovecharlo. Al alumno por esta vía se le abre todo un mundo, hay que ayudarlo a que lo descubra, es un gran desafío”.

    Es interesante enseñar en medio del contexto en que nos encontramos. “Si miramos bien, podemos entender que la solución de lo que estamos viviendo pasa por tener buenos técnicos. Se necesitan muchas buenas enfermeras, tecnólogos médicos que participen en los análisis de pruebas y exámenes, pero, por otro lado, técnicos en logística, redes informáticas, producción de alimentos y cocina con aseguramiento de sanidad alimentaria, buenos contadores que se adapten a las nuevas normativas, diseñadores y expertos en video para pasar todo el mundo real a la virtualidad, y un largo etc. En definitiva, me refiero a que el primer desafío es motivar a los técnicos a aprender, y relevar su importancia”, dice Alejandro Weinstein, gerente de Corporación Educacional de Asimet.

Por eso, explica Weinstein, el gran desafío que tiene el mundo técnico es que este se basa en el aprender haciendo, y hay muchas especialidades donde esa premisa se hace muy difícil lejos de un liceo donde están las máquinas y herramientas necesarias. Se requiere buscar la manera de implementar un aprender haciendo desde la casa. Una posibilidad muy cierta es que se ocupe lo que existe en la casa, ¿cuántos alumnos de cocina estarán aprendiendo usando las cocinas de sus casas? Otra alternativa es que los liceos entreguen kits de aprendizaje donde el alumno haga en su casa experiencias de laboratorio (un kit de electrónica vale $5.000, por lo cual es abordable). También se les puede dar acceso a los softwares de aprendizajes como Autocad y otros. Por último, existen ciertos simuladores que permiten que los alumnos aprendan en otros espacios virtuales”.

En esa misma línea, para Arsenio Fernández, gerente de SNA Educa, el sector de la EMTP (Educación Media Técnica Profesional), no ajeno a ello, se presenta como una muy buena plataforma para enfocar la enseñanza en el desarrollo de competencias, planteando tareas más colaborativas de creación y menos de memorización y mecanización.

Sucede que, tal como explica Gabriela Navarro, directora de Trayectorias Formativo-Laborales de Fundación Chile, los principales y permanentes desafíos del sector deben ser el mejorar la pertinencia de las especialidades y la calidad de las condiciones de formación, y con ello volverse una alternativa atractiva de formación para los jóvenes y sus familias y también para los empleadores. “Hoy en contexto COVID-19 también se suma el desafío de apoyar a la primera línea educativa; es decir, a los profesores y directivos de liceos con herramientas que les permitan llegar a la mayor cantidad de estudiantes a través de experiencias de aprendizaje significativas y, muy especialmente, con retroalimentación sobre sus logros”.

“Enseñar en este y en cualquier tiempo: pocas cosas, pero bien. Sobre todo, enseñar el amor por el saber, por aprender, despertar al alumno al tesoro del conocimiento, eso es para siempre”. Aníbal Vial.

Aníbal Vial, gerente de Fundación Irarrázaval

Porque, tal como lo ha señalado la OCDE este año, “las decisiones que se tomen en el contexto de esta pandemia pueden tener implicancias de largo plazo respecto a qué tan fortalecido, receptivo y resiliente puede resultar el sistema formativo. Por tanto, los esfuerzos deberían priorizarse en función de esa transformación”. Según Navarro, un ejemplo de ello es que, “si bien hoy existe en Chile una brecha digital enorme, en gran medida por el desigual acceso a internet, invertir todos los esfuerzos en desarrollar guías y distribuirlas a cada estudiante resulta inoficioso, ya que el profesor no alcanza a desarrollar la acción que tiene mayor impacto en el aprendizaje de los estudiantes: la retroalimentación. En cambio, si el sistema distribuye sus esfuerzos entre responder a la contingencia y preparar a los profesores con herramientas digitales que les permitan hacer más eficiente y dinámica su enseñanza, seguramente estaremos preparando un terreno fértil para desplegar una enseñanza basada en la tecnología en una modalidad presencial y no presencial, de manera permanente”.

A lo cual la directora del establecimiento de Pica agrega: “Justamente el desafío que tenemos hoy por la pandemia es tremendo ya que estamos limitados a entregar contenidos teóricos frente al COVID-19, y para ello estamos abordando clases grabadas prácticas por parte de nuestros docentes, búsquedas y aplicación de softwares que desarrollan habilidades técnicas, cursos e-learning y apoyos de otros profesionales del área. El objetivo es disponer de una base más estratégica para un eventual retorno si las condiciones sanitarias así lo permiten”.

Explica Carolina Guerrero que, hasta la fecha, disponen de un proceso de clases online grabadas que contienen objetivos de aprendizajes clave con entrega de contenidos relevantes para el desarrollo profesional. “Nosotros nos adelantamos a la priorización del Mineduc, analizando cada asignatura entre la Unidad Técnica Pedagógica y los docentes TP para garantizar una formación competente bajo el contexto que vivimos. Además de las clases online, disponemos para nuestros alumnos retroalimentación en vivo, permitiendo una mejor interacción y entrega de contenidos, evaluaciones formativas y retroalimentación de sus niveles de logros de cada actividad práctica o teórica”.

Sobre la posibilidad de capacitarse, agrega Weinstein, los sostenedores y directores de liceos y escuelas deben buscar estas capacitaciones y entregarles las oportunidades a sus profesores. “También deberán ocuparse por brindarles las condiciones básicas para que los docentes puedan desarrollar clases, prestándoles computadores de las salas de profesores o de la biblioteca, o incluso apoyarlos con la internet”.

De hecho, añade Navarro, respecto del mundo TP es deseable que los estudiantes de EMTP vuelvan al sistema educativo una y otra vez, que opten a carreras superiores y que se sigan perfeccionando luego en sus lugares de trabajo; por tanto, “un desafío para la institucionalidad formativa y los sectores productivos, es consolidar una alianza de largo plazo que permita contar con un currículum articulado y con un cuerpo de profesores actualizado en la combinación de habilidades, conocimientos y metodologías que los estudiantes requieren”.

Priorizar y lograr aprendizajes significativos

“Enseñar en este y en cualquier tiempo: pocas cosas, pero bien. Sobre todo, enseñar el amor por el saber, por aprender, despertar al alumno al tesoro del conocimiento, eso es para siempre”, advierte Aníbal Vial.

Alejandro Weinstein gerente de Corporación Educacional de Asimet

Y en esa línea, explica el gerente de Fundación Irarrázaval, la tecnología puede ser buena aliada del profesor en este sentido: “Hay que integrarla, especialmente en favorecer una cultura del autoaprendizaje. Los niños y jóvenes de hoy, nativos digitales, vienen muy potenciados para el aprendizaje autónomo”.

Ahora más que nunca, señala Weinstein, se debe reforzar la teoría relacionada con los aprendizajes técnicos. “Luego, habrá que desarrollar distintas técnicas para, dentro de lo posible, avanzar algo en la formación técnica práctica. Por otro lado, es el momento preciso para enseñar otras habilidades muy necesarias en el mundo técnico, siempre se ha hablado de las habilidades blandas o del siglo XXI, como se les llama ahora. Este periodo permite trabajar fuertemente la resiliencia, la creatividad, la innovación, el esfuerzo personal, la responsabilidad”.

Sucede, explica Arsenio Fernández, que en el contexto actual se hace necesario generar acciones pedagógicas que faciliten a los estudiantes desarrollar las habilidades, tales como autoaprendizaje, creatividad, pensamiento crítico, trabajo colaborativo, a pesar de que estas habilidades, en los últimos tiempos, han estado presentes, el escenario actual nos entrega la oportunidad de que sean más tangibles. “Para que ello ocurra los docentes deben utilizar nuevas herramientas metodológicas, atreviéndose a desaprender y generar nuevas dinámicas con sus estudiantes con el propósito de que ellos logren aprendizajes de calidad”.

“Por otra parte, es importante priorizar los aprendizajes centrales y fundamentales del currículo, aquellos que favorezcan y sean de base para la construcción de nuevos conocimientos en el futuro del estudiante, planificando, a través de un trabajo contextualizado e interdisciplinario, que articule las distintas asignaturas, favoreciendo el logro de aprendizajes significativos en una menor cantidad de actividades”, explica Fernández.

“Le escuché a Mariana Aylwin algo tan lúcido, como es ella: ‘Este año los alumnos aprenderán menos, pero los profesores aprenderán mucho más’. Este año los profesores están en un momento crítico que marcará la vida de ellos y más que nunca de sus alumnos. Los profesores son claves si logran adaptarse a esta nueva realidad, han tenido que reinventarse y capacitarse”. Alejandro Weinstein

Por ello, para Gabriela Navarro, sobre la cuestión de qué enseñar, “es indudable que los estudiantes requieren dominar las bases científico-tecnológicas, las metodologías y técnicas propias de su especialidad, pero cada vez con mayor claridad eso se ha vuelto insuficiente para desempeñarse en el contexto laboral actual ya que, por muy acotado que sea el nivel de autonomía de un egresado de enseñanza media en su lugar de trabajo, las situaciones que enfrentará en su vida demandarán de ellos habilidades transversales a las industrias. Pero, además, tanto para tener una carrera profesional satisfactoria como para la integridad personal de los estudiantes, el desarrollo temprano de habilidades como autogestión, alfabetización digital, seguridad, orientación al servicio, colaboración y compromiso, entre otros, son cada vez más críticas”.

De hecho, continúa la directora, los objetivos a priorizar son aquellos claves y significativos, guiándonos siempre por los planes y programas dispuestos por el Ministerio, en conjunto con las priorizaciones curriculares que también ha entregado. “Cabe destacar que el resto de las asignaturas las disponemos para el desarrollo de habilidades y fortalecimiento emocional de nuestros alumnos y sus familias, por ejemplo: Orientación, trabaja en temáticas motivacionales, autoestima, metas en la vida; Educación Física, aborda alimentación saludable, rutinas de ejercicios, juegos. El área de convivencia apoya en temas como uso de redes sociales y violencia intrafamiliar, entre otros”.

Sin lugar a dudas, señala Arsenio Fernández, “este proceso significará un aprendizaje para toda la comunidad estudiantil, todos han tenido que adaptarse a esta nueva realidad educativa, donde el desarrollo de competencias digitales en el alumnado y profesores se constituirá en una competencia esencial, como también el uso de metodologías activas por parte de los profesores, avanzando hacia un modelo mucho más cercano al blended learning”.

“En conclusión, los aprendizajes más significativos son: cambiar el cómo generamos aprendizaje en los estudiantes, mejorar el cómo comunicamos, y provocar en los profesores el paso a constituirse, principalmente, en verdaderos facilitadores, que guíen a los niños y jóvenes a su desarrollo integral y al aprender a lo largo de sus vidas”, puntualiza Fernández.
Trabajando en esa línea y considerando las condiciones actuales, en opinión de los expertos en educación, se podrán lograr aprendizajes significativos. Por ejemplo, “yo apuesto mucho a que se haya valorado y aprendido mejor a realizar trabajo colaborativo en red, eso abre crecientes oportunidades. Espero también que, como se ha debido reducir la carga de los alumnos a lo esencial, esto les haya ayudado a concentrarse mejor y despertado en ellos un mayor interés por aprender y por estudiar”, dice Aníbal Vial.

Porque, “como lo mencionaba antes,” –dice Alejandro Weinstein– “existen aprendizajes muy importantes del currículum o plan de estudio que deben trabajarse por su importancia basal, pero además están todas las habilidades del siglo XXI que hoy se hacen más reales y urgentes que nunca. No cabe ninguna duda de que la mayoría de nosotros está desarrollando más y más habilidades informáticas. Mis dos hijos, de 15 y 12 años, aprendieron solos a editar videos. Las posibilidades de autoaprendizaje son infinitas. Una de las habilidades que van a crecer es una de las que se querían promover de distintas maneras: el aprender a aprender”.

Arsenio Fernández gerente de SNA Educa

En la práctica, explica Carolina Guerrero, “los aprendizajes significativos que hemos evidenciado a través de nuestras adecuaciones curriculares y el trabajo de nuestros docentes, nos permitirán potenciar las habilidades innatas que nuestros estudiantes poseen, para lograr así el desarrollo de las competencias necesarias que un estudiante requiere en el siglo XXI. Entre las cuales se destacan la comprensión lectora, la resolución de problemas, el autocuidado, la protección del medio ambiente, el cuidado por la salud individual y colectiva, la participación y responsabilidad en sus deberes escolares y el uso adecuado de la tecnología”.

“El rol del profesor es central en este proceso, no solo como formadores, sino también como apoyo importante en la contención de los estudiantes, y en esta doble faceta han mostrado un compromiso y capacidad notables”. Arsenio Fernández.

Pero existen desafíos, uno de los más importantes para Carolina Guerrero es buscar nuevas estrategias para mejorar sus niveles de logros. “En primer lugar, debemos capacitar a nuestros docentes en temáticas como las TIC, actualización curricular, metodologías activas y desarrollo de habilidades del siglo XXI”.

Además, “necesitamos retroalimentarnos a través de la creación de diversas alianzas estratégicas en ámbitos educativos, técnico profesional, área mecánica y agrícola; para saber si nuestros perfiles se ajustan a la necesidad actual de profesionales y obedecen a las exigencias para la continuidad de estudios o posibles emprendedores”.

Gabriela Navarro directora de Trayectorias Formativo-Laborales de Fundación Chile

La importancia de los docentes

Nada de todo lo anterior podría ocurrir sin el esfuerzo diario de los profesores. “Nuestros docentes son los mediadores y facilitadores de aprendizajes para nuestra comunidad educativa, tomando el liderazgo en la búsqueda de aprendizajes clave y significativos que nuestros estudiantes requieren en estos tiempos. También son los principales motivadores del proceso de enseñanza, fomentando la continuidad de los aprendizajes de los estudiantes”, indica Carolina Guerrero.

“Los docentes son determinantes en la comunidad escolar”, agrega Aníbal Vial. De hecho, menciona una forma bien concreta de apoyarlos: “Reiterando a los padres que siempre, ante comentarios que se hagan, tomen partido por el profesor. Seguro el profesor o profesora, si le toca, siempre defenderá a los padres… o guardará silencio. A los profesores –que pueden equivocarse, quién no– hay que apoyarlos siempre”.
Ocurre, explica Fernández, que en este escenario complejo, en el cual el docente ha debido asumir mayor responsabilidad como orientador, motivando y desafiando a sus estudiantes, preocupándose de su desarrollo cognitivo y socioemocional, se ha generado la necesidad de intensificar el apoyo a los profesores en diversas temáticas, entre las que destacan herramientas para el manejo y contención de crisis, uso de herramientas digitales, instrumentos de priorización e implementación curricular, metodologías activas y de trabajo a distancia. En este trabajo integral han participado profesores, encargados de convivencia, psicopedagogos, psicólogos, inspectores y asistentes de la educación; es decir, se han movilizado todos los estamentos de la comunidad escolar, incluidos los consejeros empresariales.

Sin lugar a dudas, dice Navarro, los docentes debieran orquestar un conjunto de esfuerzos, los propios, que sin duda son los más importantes, los de los estudiantes y los de los equipos que están para apoyar su labor, entre otros. “Digo debieran, porque aún no estamos ahí. En general, el profesor, además del desafío que enfrenta cada día ante sus estudiantes, debe rendir cuentas a los equipos de gestión, a las familias, a la opinión pública, entre otros. Esto implica que el tiempo que el profesor podría estar utilizando para orientar a los estudiantes y, sobre todo, para retroalimentarlos, finalmente se ve reducido o de lleno desaparece”.

Por ello es que, justamente frente a la pandemia, se generó la oportunidad de concretar una de las estrategias del cambio de rol de profesor jefe a profesor acompañante, cuenta la directora del Liceo Bicentenario Padre AIberto Hurtado Cruchaga de Pica, “quienes no propician solo interacciones académicas, sino también emocionales a través de la comunicación y seguimiento activo de cada estudiante y el grupo curso”.

“Gestores educativos, directivos, docentes, estudiantes y la comunidad educativa en general deberíamos aprender de la crisis de octubre y de la pandemia actual, que necesitamos un sistema educativo más flexible. Poner a los estudiantes en el centro, es pensar en experiencias de aprendizaje significativas más que en una cobertura curricular exhaustiva”. Gabriela Navarro.

En esa línea, cuenta la directora, el apoyo inicial frente a la pandemia con los profesores fue la reorganización y distribución de asignatura y niveles, generando como resultado “una reducción en la carga laboral. También se realizaron adecuaciones curriculares para que los docentes lograran implementar un sistema de clases online, y a ello se suma la enseñanza y uso digital de plataformas innovadoras para el proceso de aprendizaje a distancia”.

La revolución digital se aceleró

Convencidos de la importancia de la tecnología en estos tiempos, Sergio Rademacher, gerente general de Microsoft Chile, nos cuenta que “hoy la tecnología es un habilitador y por el contexto que vivimos es más importante que nunca que todas las organizaciones, en especial las instituciones educativas, puedan continuar con su labor enseñando y conectando con sus estudiantes”.

A su juicio, “la situación que vivimos marca un antes y un después, que ha exigido de todos modificar hábitos, rutinas, incorporar tecnología y que cambiará posiblemente para siempre la manera de trabajar, de interactuar de cara al futuro, también de enseñar y aprender. Se ha acelerado la revolución digital en todas partes, también en el aula”.

Como señala Sergio, “el mundo cambió, la manera de trabajar y de enseñar también se está modificando. Este paso forzado a la conectividad a distancia, el cambio en la manera de trabajar y estudiar que estamos viviendo, ya nos permite anticipar que estamos más cerca de ese futuro en la educación donde lo digital permite conectarnos, utilizar nuevos recursos, acercar a los estudiantes con una mayor colaboración, permitirle a un estudiante seguir las clases y tener los recursos sin moverse de su ciudad de origen”.

–¿Qué cambió en este tiempo?
–Como ha dicho nuestro CEO Satya Nadella, estamos viviendo la transformación digital de dos años en dos meses, eso implica una readecuación enorme de parte de las instituciones educativas, de los docentes, de los estudiantes, de las familias. En momentos como éste, en los cuales las organizaciones educativas necesitan migrar a modelos de aprendizaje a distancia, tanto instituciones como autoridades tienen que mantenerse comunicadas de forma regular con todas sus audiencias: padres de familia, estudiantes, personal y autoridades correspondientes.

Aseguran desde la compañía, que según un estudio propio, que demuestra la utilidad de las herramientas de colaboración en plena pandemia, “éstas crecieron a 2,7 billones de minutos de reunión por día solo durante el último mes; y el 52% de los chilenos que las usaron, eligieron la videollamada para conectarse y tener reuniones en las que puedan ver al otro, mantener la grupalidad y el contacto humano que necesitamos”.

–¿Cómo apoyar a los profesores en estos cambios?
–El docente siempre ha sido y es clave para la enseñanza, está en el centro del proceso con grandes desafíos que trae lo digital al aula. Para muchos de ellos la dinámica de las clases ha cambiado, así como para los alumnos mantener el compromiso y un aprendizaje enfocado puede ser desafiante, en especial para aquellos que por primera vez experimentan el aprendizaje remoto. Las organizaciones educativas de todo tipo deberían brindar apoyo a educadores –y en algunos casos, a los padres también– para que esta nueva mecánica funcione.

Los docentes, para mantenerse en su rol, necesitan tener a su disposición herramientas colaborativas que les permitan mantener el contacto con sus alumnos, sus pares y autoridades en las organizaciones.

Y para ello es que en Microsoft han creado una guía de mejores prácticas para que líderes escolares y encargados del área tecnológica de las instituciones educativas puedan configurar rápidamente Teams (una plataforma unificada de comunicación y colaboración que combina chat persistente en el lugar de trabajo, reuniones de video, etc.) y así sus estudiantes y personal puedan comenzar a comunicarse de manera remota de inmediato. “Una vez que Teams haya sido configurado, educadores y personal podrán crear su propia clase en la plataforma, seleccionar a los estudiantes para que se sumen, compartir lecciones, crear tareas, colaborar virtualmente en tiempo real, calificar y proporcionar retroalimentación personalizada, todo desde el mismo lugar”.

 

 

 

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