Para el pediatra y expresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, Humberto Soriano, se trata de “un tremendo paso adelante” después de más de diez años de trabajo desde el mundo médico para enfrentar el sedentarismo infantil: “En Chile tenemos a los niños más sedentarios del continente y eso tiene que cambiar”.

Soriano es categórico al describir la magnitud del problema: “La enfermedad más terrible que afecta a nuestros niños hoy es la obesidad”. Explica que está detrás de enfermedades no transmisibles graves y que incluso es la principal causa de trasplante hepático en adultos.

Por eso valora que esta nueva ley tenga como objetivo explícito reducir las elevadas cifras de sobrepeso y obesidad en la población escolar. A su juicio, que el país cuente con una normativa que garantice una hora diaria de actividad física es coherente con las recomendaciones que las sociedades pediátricas de todo el mundo han promovido por años.

Una hora de movimiento… y un cambio de hábitos

Según el pediatra, la evidencia científica es clara: los niños, niñas y adolescentes necesitan al menos una hora de actividad física diaria. Pero advierte que esto es solo “la mitad de la salud de los niños”; la otra mitad es la alimentación.

Soriano insiste en que las familias deben priorizar alimentos no altamente procesados, agua en lugar de jugos, comida integral, ensaladas, verduras y frutas, especialmente en verano. Estos cambios de hábito, introducidos desde edades tempranas, pueden marcar una diferencia para toda la vida.

Pantallas: el enemigo silencioso del movimiento

Durante la conversación, el pediatra también alerta sobre el rol de las pantallas en el aumento del sedentarismo y en el deterioro del bienestar infantil. Asegura que “las pantallas son lo peor” y enumera sus efectos:

• Hacen a los niños más sedentarios.
• Inhiben la melatonina y afectan el sueño.
• Los vuelven más hiperactivos.
• Impactan negativamente en su desarrollo cognitivo y emocional.

Su recomendación es clara: cero pantalla hasta los 6 años y, posteriormente, un uso completamente controlado, no superior a una hora diaria. En su lugar, propone fomentar la lectura, el juego y el tiempo libre sin dispositivos, como espacios para la creatividad y el desarrollo integral.

¿Por qué esperar hasta 2027?

La ley comenzará a aplicarse en marzo de 2027, plazo que genera preguntas entre las comunidades educativas. Soriano reconoce que la implementación requiere reglamentos claros y bien diseñados, y que es preferible que el proceso se haga con rigor para que no se “agüe” el espíritu de la ley.

Sin embargo, hace un llamado directo a los establecimientos: no esperar hasta esa fecha para comenzar los cambios. Invita a promover desde ya talleres de actividad física, caminatas, salidas a cerros, uso de piscinas y espacios al aire libre, siempre con la debida supervisión adulta, tanto para potenciar la salud como para prevenir accidentes.

Niñas y niños: la urgencia de igualdad en el deporte

Otro punto que preocupa al especialista es la diferencia en las oportunidades de actividad física entre niños y niñas. Señala que en algunos colegios todavía no existen equipos o espacios deportivos pensados para ellas, lo que atribuye a una visión “del siglo pasado”.

La invitación, dice, es avanzar hacia una igualdad real de oportunidades deportivas: las niñas deben tener el mismo acceso a equipos, talleres y espacios de juego que los niños. Superar estas brechas es parte de la tarea de combatir el sedentarismo y cuidar la salud de toda la población escolar.

Al cerrar, Humberto Soriano subraya que esta ley representa una gran noticia para el país, pero que su impacto dependerá de cómo colegios, familias y autoridades la hagan realidad:

“Ojalá los colegios no esperen hasta el 2027 para empezar la implementación de esta importante ley que protege a los niños, que favorece la actividad física y que favorece el que sean más sanos y no obesos”.

El desafío está planteado: transformar la norma en acciones concretas, cotidianas y sostenidas para que cada estudiante de Chile tenga garantizado su derecho al movimiento, al juego y a una vida más saludable.