Contenido patrocinado por Turnitin

En el Observatorio hemos publicado un sinfín de artículos, webinars, diálogos y reportes sobre inteligencia artificial (IA), en particular, sobre el uso (y abuso) de herramientas de inteligencia artificial generativa en el aula, particularmente desde el 2022, fecha en la que OpenAI lanzó públicamente ChatGPT. Desde entonces, hemos escuchado, leído y respondido a las preocupaciones de la comunidad docente sobre la cantidad excesiva de tareas, textos y exámenes en los que han detectado el uso de IA generativa. También somos conscientes de que al estudiantado también le alarma esta dependencia a la IA y de los estragos que esta pueda tener en el desarrollo de habilidades cognitivas y de pensamiento crítico en las infancias y juventudes.

Pero no solo las nuevas generaciones se han “enganchado” con asistentes basados en inteligencia artificial como ChatGPT. En este espacio hemos advertido y reportado que esta dependencia no es exclusiva de las nuevas generaciones. Tanto docentes como directivos y personal administrativo de instituciones educativas se suman también a aquellas personas que, casi de forma automática, recurren a los asistentes inteligentes para cualquier tipo de consulta y tareas, que van desde las más mundanas como hacer la lista del supermercado y responder correos, hasta pedirles que hagan presentaciones enteras y reportes hechos con la ayuda de IA. Y no se diga aquellas que incluso están reemplazando a profesionales de la salud para hacer consultas médicas o quienes han reemplazado el psicoanálisis por IA para contarle a una inteligencia artificial sus problemas y pedirle consejos.

Aunque relativamente tiene poco tiempo, esta dependencia va en aumento y ya está causando estragos, particularmente en el desarrollo y fortalecimiento de habilidades críticas como lo son el pensamiento crítico, la retención de información, la capacidad de análisis y síntesis de información, por nombrar solo algunas.

Por este motivo, y porque sabemos que la prohibición del uso de estas herramientas tecnológicas en definitiva no es la solución, nos hemos acercado a Turnitin, una de las empresas pioneras en la creación de soluciones tecnológicas de integridad académica, con el objetivo de ampliar nuestra perspectiva sobre cómo se ve la integridad académica en tiempos de la IA y qué podemos hacer desde las instituciones educativas, no para frenar el uso de la IA en las aulas, sino para usar estas herramientas de forma transparente y con responsabilidad.

Con esto en mente, hace unos días conversé con Catalina Londoño Cadavid, Ph.D., Directora Global de Customer Onboarding de Turnitin. Catalina se desempeñó por más de 15 años en la academia, fue directora de la Revista EIA de divulgación científica y, en su rol actual, busca apoyar la implementación de las herramientas Turnitin para la promoción de las políticas de integridad académica en instituciones educativas y el desarrollo de habilidades de escritura original en los estudiantes.

En esta conversación, platicamos sobre las preocupaciones actuales de la comunidad educativa, mencionadas al inicio, en relación con el uso excesivo de herramientas de IA generativa que se está observando en la actualidad y cómo ha evolucionado en tan solo un par de años, específicamente desde 2022 para acá, el concepto de “integridad académica”.

¿Cómo se ve la integridad académica en el 2025?

Londoño comentó que a raíz de estas inquietudes de la academia, llevaron a cabo una encuesta mundial con la participación de 3500 personas, incluyendo administradores académicos (500), educadores (500) y estudiantes (2500) en Australia, Nueva Zelanda, India, México, Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos. Esta encuesta se realizó con el propósito de conocer cómo se está usando la IA en las aulas y, sobre todo, la opinión de la comunidad académica, tanto profesores como estudiantado, sobre el impacto que está teniendo la IA en la educación.

Recientemente publicaron los resultados de este estudio global. El white paper titulado Encrucijada: navegando la intersección entre la IA y la academia fue realizado por Turnitin en conjunto con Vanson Bourne. La investigación, a grandes rasgos, revela que “aunque las personas encuestadas reconocen los beneficios de la IA, sienten agobio ante su magnitud y disponibilidad”.

Sobre esto último, Londoño mencionó que le impactaron particularmente dos cifras: la primera, que el 95 % de las personas encuestadas reconocen que se está haciendo un uso indebido de la IA en su institución educativa. La segunda, no menos impactante, es que el 86 % de los encuestados dicen que es responsabilidad de las instituciones educativas enseñar tanto a estudiantes como a docentes el uso ético de la IA.

“Actualmente la prohibición del uso de la IA en el aula no es una opción”, señaló Catalina. Seamos realistas, “aun y que las instituciones decidan prohibir su uso, tanto estudiantes como docentes la van a usar”, puntualizó. Es por ello por lo que en Turnitin han apostado por “combatir la tecnología con tecnología”.

El uso transparente y responsable de la IA sí es posible

Recientemente, Turnitin anunció el lanzamiento de Turnitin Clarity, una herramienta de escritura diseñada para ayudar a fomentar la integridad académica y el uso responsable de la IA dentro y fuera del aula. Más que proporcionar una herramienta de detección, Turnitin Clarity es todo un entorno que acompaña a estudiantes y docentes durante todo el proceso de escritura de textos.

¿Cómo funciona Turnitin Clarity?

Éste se integra fácilmente al LMS (Learning Management System) que utilice la institución educativa, una vez integrado, el docente puede asignar tareas con sus respectivas rúbricas y el estudiante, ahí mismo, sin salir del entorno, puede escribir el texto asignado usando un asistente de IA incorporado (de forma totalmente opcional), el cual puede ayudarle a revisar y dar retroalimentación sobre el escrito.

Este entorno registra todos los pasos que sigue el estudiante al escribir un texto, de principio a fin. Si copia y pega, si cambia de opinión y borra todo un párrafo, si lo vuelve a reestructurar, etcétera. “Piénsalo como un playback del proceso de escritura”, señala Londoño. Aquí este proceso es totalmente transparente, tanto estudiantes como docentes tienen acceso a esa “grabación”, esta es una de las ventajas más innovadoras de esta nueva herramienta.

Sirviendo como un puente entre estudiante-docente, Clarity otorga total transparencia a la evaluación de la escritura para ambos, promoviendo al mismo tiempo, la reflexión y el diálogo entre docentes y estudiantes. “Es importante recalcar que esta herramienta no evalúa ni da retroalimentación”, señala Londoño. “Lo que queremos es que haya ese diálogo entre docentes y estudiantes, que sean ellos quienes hagan esa reflexión, no la IA”. Por ello, más que un detector de similitud o de uso de inteligencia artificial, Turnitin Clarity es un entorno que promueve la integridad con una visibilidad completa del proceso de redacción.

La importancia de la alfabetización en IA

Hoy más que nunca, me comenta Catalina, “queremos que en las aulas se promueva el diálogo abierto y la reflexión”. En un mundo en el que cada vez se usa más la IA, necesitamos herramientas que nos guíen en el uso ético y responsable de la tecnología. “No con una visión punitiva, sino más bien reflexiva sobre el para qué y el cómo estamos usando la IA”.

Como reveló el estudio anteriormente mencionado, la comunidad académica es consciente de que se está usando la inteligencia artificial sin mucha reflexión. Y que tanto estudiantes como docentes sienten agobio al tener tan a la mano cada vez más asistentes de IA. Sin embargo, el 50 % de los estudiantes encuestados informan que aun con esa disponibilidad, no saben cómo sacar provecho de la IA en sus clases.

Por otra parte, tanto el profesorado como las propias instituciones educativas están siendo cada vez más conscientes de que el panorama actual es mucho más retador de lo que esperaban. “Muchas universidades ya se están preguntando: ¿a quién le estoy dando un título (grado)? ¿Al estudiante o a una IA?”, señala Londoño. Es por ello por lo que es tan importante empoderar a la comunidad docente sobre cómo usar la IA, a la vez que fomenten en el estudiantado de todos los niveles el uso responsable de la IA en sus estudios.

Si quieres conocer más sobre Turnitin Clarity visita este enlace.

Para descargar el reporte “Encrucijada: navegando la intersección entre la IA y la academia”, haz clic aquí.

Catalina Londoño Cadavid

Catalina Londoño Cadavid, Ph.D., Directora Global de Customer Onboarding, Turnitin.
Se desempeñó por más de 15 años en la academia desde diferentes roles en actividades de docencia, investigación y extensión. Fue profesora asociada. Directora de la Revista EIA de divulgación científica. Asesora en asuntos relacionados con investigación formativa y diseño de asignaturas virtuales.

Actualmente, como Directora Global de Customer Onboarding, busca apoyar la implementación de las herramientas Turnitin para la promoción de las políticas de integridad académica en instituciones educativas y el desarrollo de habilidades de escritura original en los estudiantes.

Educación

• Doctora en Economía Agrícola y Aplicada – Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos.
• Magíster en Bosques y Conservación Ambiental – Universidad Nacional de Colombia.
• Ingeniera Ambiental – Universidad EIA, Medellín, Colombia.

Acerca de Turnitin

Con más de 20 años de experiencia, Turnitin nació como un proyecto de cuatro estudiantes de la Universidad de California, quienes buscaban crear una aplicación que permitiera hacer revisión por pares entre los propios estudiantes. Desde entonces, Turnitin ha ayudado a garantizar la integridad en la escritura de más de 71 millones de estudiantes de todos los niveles educativos en alrededor más de 16.000 instituciones en más de 185 países.

Revista: https://observatorio.tec.mx/turnitin-clarity-nueva-herramienta-para-el-uso-responsable-de-la-ia/