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Regístrate y accede a la revistaUn escenario poco favorable es el que viven los alumnos en cuanto a cantidad y calidad de la lectura que experimentan en su día a día. Te presentamos algunas herramientas para fortalecer la lectoescritura, algunas “más antiguas que el hilo negro”.
Está fuera de discusión la relevancia de leer para el desarrollo humano, especialmente para niños y adolescentes en etapa de desarrollo. Leer mucho, y bien, impacta en el aprendizaje, en la expresión de emociones, funciones ejecutivas y pensamiento crítico. La lista es larga, y con el arribo de nuevas tecnologías, llega también el desafío de utilizarlas como herramientas y evitar que profundicen el problema.
El desafío está en la comprensión lectora, asegura la académica de la Universidad de los Andes, Pelusa Orellana. Los resultados Simce y PISA han arrojado que la calidad de lectura y comprensión sigue bajo los niveles óptimos.
Con las nuevas tecnologías llega la pregunta: ¿qué se puede considerar como “leer”? La encuesta de Fundación la Fuente (2022) arrojó que, de las personas que leen por gusto, un 69% se inclina principalmente por las redes sociales (Facebook, Instagram, X, etc.), seguido de las páginas web o portales de noticias (52%) y los libros (51%). En ese sentido, Pelusa Orellana explica que la lectura digital es un tipo de lectura no lineal, es decir, de arriba a abajo, de izquierda a derecha, y eso tiene consecuencias para la comprensión.
Se ha observado en las redes una tendencia a difundir recomendaciones de libros y hacer verdaderos “clubes de lectura virtuales”. Frente a esto, Orellana es escéptica en que represente un real aumento en la lectura de los adolescentes. “Esas recomendaciones pueden llevar a las personas a querer leer más, pero yo creo que ya son lectores con el hábito más o menos formado. No sé si las personas que antes no leían, por meterse a Instagram y ver algo pueden decir ‘yo quiero leer este libro’”, declara.
Por otra parte, la tecnología ha permitido acercar la lectura a personas que no tienen acceso a libros físicos. “Puede ser un gran aliado del profesor, facilitar el acceso a los libros, yo creo que eso es muy valioso. Ahora, pienso que el libro en papel facilita más la comprensión, que lo otro es más distractor”, dice Orellana.
“Hay cosas que no se implementan en Chile, pero son más antiguas que el hilo negro”, asegura Orellana. Lo primero es la “libertad de elegir”. La académica asegura que el propósito de la lectura preparativa es disfrutarla, no evaluarla, por lo que recomienda eliminar la obligatoriedad y evaluación de estos libros. Invita a los docentes a elegir la lectura complementaria con los estudiantes, buscar sus gustos y explorar nuevos estilos.
Por otra parte, sugiere leer parte de los libros con todo el curso, antes de que cada uno siga a su propio ritmo. Leer los primeros cinco capítulos en conjunto establece un terreno común donde todos saben qué está pasando, cuál es el conflicto y los personajes. Esto asegura que los alumnos partan desde un mismo nivel y entendiendo la base de la lectura.
Además, recomienda las conversaciones sobre libros en la clase, para conocer los gustos de los alumnos, extender el repertorio de obras que maneja el profesor y contagiar a otros a buscar y leer esos textos. “Esas conversaciones son muy valiosas y se trata de una práctica muy antigua”.
“Hay estudios que muestran que tú no puedes ser un profesor si no te gusta leer”, explica Orellana. La experta está trabajando en un proyecto con la red “Por un Chile que lee” que se llama “Profesores que leen”. Este busca investigar acerca de qué están leyendo los docentes, con qué frecuencia, qué es lo que conocen de la literatura infantil. Una investigación que se hizo en Inglaterra arrojó que no sabían mucho de esta área, y que también los hábitos eran bastante básicos. “Yo creo que nos vamos a encontrar con algo similar a eso”, cuenta.
El caso del Tecnológico Don Bosco de Arica
Natalia Meza y Rita Rojas son parte del Departamento de Lenguaje del Colegio Tecnológico Don Bosco de Arica, que forma parte de la RED Irarrázaval. Han destacado todos los años en el concurso literario “Al Maestro con cariño”, donde varios de sus alumnos participan y ganan premios y reconocimientos.
La tecnología puede ser un gran aliado del profesor, facilitar el acceso a los libros, yo creo que eso es muy valioso. Ahora, pienso que el libro en papel facilita más la comprensión”, dice Pelusa Orellana, académica de la Universidad de los Andes.
El Colegio Don Bosco recibe a alrededor de 500 alumnos en el sector norte de la ciudad de Arica. Es polivalente y ofrece la especialidad de Mecánica Automotriz. Las profesoras Natalia y Rita están conscientes del valor que tiene la lectura para los estudiantes TP. “Leer les permitirá desenvolverse en el mundo, en la vida, no solamente en el ámbito educativo, sino que en su pensamiento crítico. Comunicarse en todos los niveles, yo siempre les digo que leer es igual que respirar”, asegura Natalia Meza. Rita agrega que “puedes tener todos los conocimientos en tu especialidad. Pero si tú no eres capaz de explicarle a un potencial cliente qué problema tiene su vehículo, lo más probable es que ese cliente se quiera ir con otro mecánico”.
Ambas han implementado distintas estrategias para promover la lectura y que sea un placer, no una obligación. “Hemos avanzado muchísimo”, cuentan. Si bien los niveles de lectura siguen siendo un desafío, están logrando que los alumnos puedan sacar conclusiones, evaluar los textos, expresarse con mayor claridad. “Todavía no logramos que las competencias sean tan sólidas como para poder producir, después de la comprensión, respuestas complejas, pero claramente hemos tenido un avance”.
Una de las estrategias ha sido que los alumnos decidan el orden de su plan lector. Esto hizo que ellos tomaran una actitud diferente frente a las lecturas porque se hicieron parte del proceso. Ya no era una instrucción. Los estudiantes deben explicarles a sus compañeros de qué se trata el libro, generar reseñas y argumentar por qué es importante comenzar con ese texto. También deben adaptar su discurso al público que los está escuchando.
Otra iniciativa que están impulsando es la creación de textos. Puede ser en el formato que ellos escojan: infografía, poesía, cómics o prosa. A partir del plan lector, los alumnos deben recrear una parte. Rita asegura que el proceso ha traído dos beneficios. Por una parte fomenta la creatividad y la capacidad de síntesis, y por otra ha elevado la autoestima académica de los alumnos. Además, cada curso presenta sus creaciones al curso de abajo, lo que empodera a los mayores e inspira a los menores.
La lectura es constante. Ambas cuentan que leen prácticamente todas las clases de Lenguaje. Sin embargo, aseguran que se espera que los alumnos organicen su lectura. Ellas dan el puntapié inicial en clases, y luego impulsan que lleguen con los capítulos leídos y sus dudas a resolver.
“El resultado es maravilloso, porque luego tenemos estudiantes que se nos acercan con un mayor interés por los libros que revisaremos ese año. Ya saben los personajes, los argumentos. Somos un colegio pequeño, la mayoría de los cursos son uno por nivel y esto genera una conexión especial entre ellos”. Las docentes han visto cómo esto impacta en el gusto por la lectura y la disposición a la asignatura.
Además, se potencian todas las funciones ejecutivas, logramos conexión y la habilidad de comunicación, que es lo que nos importa también. O sea, cómo me comunico y cómo comunico esta información. Cómo hago posible que el otro comprenda lo que yo quiero contar a través de esto, que es cortito, que es breve, que tiene un montón de creatividad y que lo hice con mis propias manos”, cuenta Rita.
Algo que recalcan Rita y Natalia a los estudiantes es que las habilidades que van a adquirir de sus asignaturas son transversales. “Lo que están desarrollando acá, no me sirve solamente para la prueba de lengua y literatura, sino que para historia e incluso matemáticas”, explica Natalia. Además, al ser un colegio técnico profesional se hace más urgente que los alumnos entiendan el valor de la lectura antes de entrar a la especialidad, en tercero medio, cuando se reducen sus horas de lenguaje. “Por eso les decimos que esta asignatura es clave para cuando salgan de acá. Que la habilidad que están desarrollando con nosotros la van a utilizar cuando se desenvuelvan en el mundo laboral”, agrega.
Colegio Tecnológico Don Bosco de Arica |
Ubicación: Comuna de Arica, Región de Arica y Parinacota Dependencia: Particular Subvencionado Sostenedor: Fundación Educacional Don Bosco de Arica Número de alumnos: 606 Índice de vulnerabilidad: 95% Especialidades impartidas: Mécanica Automotriz |
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