Suscríbete a nuestra revista y podrás leer el contenido exclusivo online
Regístrate y accede a la revistaEl colegio y la familia ya no son los únicos escenarios de convivencia: las redes sociales, los chats, los videojuegos en línea también forman parte de la vida cotidiana de jóvenes. En este nuevo escenario digital ha emergido una problemática que preocupa: el ciberbullying. Aquí un caso y cómo abordarlo.
En estos tiempos ocurre una forma de acoso que se manifiesta a través de medios digitales, donde el hostigamiento, la humillación, el aislamiento y el maltrato actúan de manera silenciosa y continua, dejando profundas secuelas que afectan en el presente y a futuro.
Luis Tesolat, Director del colegio Familia de Dios, de la ciudad de Rosario, Santa Fe, en Argentina, y coach ontológico.
“El mundo digital ha dado voz a muchos, pero también ha amplificado las formas de violencia silenciosa”. Con esta frase, Howard Gardner, el reconocido psicólogo cognitivo, nos invita a mirar con claridad una realidad ineludible: lo digital moldea lo real. El ciberbullying se ha convertido en una de las grandes amenazas para la salud emocional y el desarrollo integral de los estudiantes. La escuela y el hogar no pueden permanecer indiferentes frente a esta nueva forma de violencia que muchas veces pasa inadvertida, pero que deja marcas imborrables.
Según UNICEF, uno de cada tres adolescentes ha sido víctima de ciberacoso. Este dato nos interpela. El problema no es solo virtual: es profundamente humano. Como afirma la especialista Sherry Turkle, “las tecnologías no solo cambian lo que hacemos, cambian quienes somos”. Aceptar esta verdad es el primer paso para asumir una responsabilidad educativa compartida que comienza en el hogar y sigue en la escuela.
Un caso que nos interpela
En un colegio TP, una estudiante de 15 años comenzó a faltar reiteradamente. Sus calificaciones bajaron, se aislaba y mostraba cambios de humor que preocupaban. Un día, una docente se acercó con empatía y la joven rompió en llanto: desde hacía semanas era víctima de acoso digital por parte de compañeros de su curso. Mensajes crueles, burlas en redes, fotos alteradas, memes hirientes. Nadie lo sabía. Ese día fue un punto de inflexión. Se activaron protocolos de acompañamiento, se informó a las familias, se trabajó con los estudiantes y se reforzaron las políticas digitales del colegio. La comunidad escolar comprendió que la convivencia también se juega en las pantallas, y que el silencio puede ser tan dañino como el ataque.
Ideas y aprendizajes prácticos
A partir de este caso, surgen aprendizajes claves para toda comunidad educativa:
1. El docente atento y cercano puede detectar señales antes de que sea tarde.
2. La escucha activa y el diálogo abierto son herramientas preventivas más eficaces que cualquier reglamento.
3. El acompañamiento emocional y la intervención rápida generan confianza institucional.
4. Incluir actividades de formación digital responsable dentro del currículo escolar es esencial.
5. Tanto docentes como apoderados deben entender que del tema digital se debe hablar con motivo o sin motivo.
Virtudes humanas para tiempos digitales
Con normas, controles y sanciones no alcanza. La verdadera transformación comienza cuando cultivamos el carácter. En este sentido, las virtudes humanas son la base para una convivencia sólida en tiempos digitales:
1. Empatía: para ponerse en el lugar del otro.
2. Respeto: para reconocer el valor y dignidad de cada persona.
3. Prudencia: para pensar antes de actuar o publicar.
4. Fortaleza: para resistir la presión del grupo o denunciar la injusticia.
5. Veracidad: para rechazar lo falso y defender lo verdadero.
6. Alegría: para entender que hay felicidad y vida fuera de las pantallas.
Como decía David Isaacs: “La educación del carácter no es un añadido, es la esencia de toda buena educación”. Educar desde las virtudes es preparar el corazón para que las tecnologías no sean herramientas de daño, sino canales de encuentro con uno mismo y con los demás. Sin dudas, un desafío en el que vale la pena educar.
Escuela y familia: una alianza que transforma la convivencia
En tiempos de hiperconectividad, el trabajo conjunto entre escuela y familia no es una opción: es un deber compartido. Solo desde la alianza entre docentes, directivos y padres podremos construir una cultura del cuidado que abrace también lo digital. Cada reunión, mensaje, actividad o decisión en conjunto es una oportunidad para reforzar los valores que queremos que nuestros estudiantes vivan y transmitan.
Como sostiene Zygmunt Bauman: “En un mundo líquido, solo los vínculos sólidos sostienen”. Educar en comunión –con visión compartida y coherencia educativa– mejora la convivencia, y transforma la escuela y el hogar en un espacio donde dan ganas de estar y de ser uno mismo.
Vale la pena
Educar en tiempos digitales es, ante todo, un acto de confianza: en el poder del vínculo, en la capacidad de transformación y en la esperanza activa que nace del trabajo conjunto. No estamos solos frente a estos desafíos. Cada acción educativa, cada límite claro, cada palabra oportuna, puede marcar la diferencia entre una herida profunda y una oportunidad de crecimiento. Que este tiempo de pantallas sea una oportunidad para fortalecer la vocación de educar personas entendiendo que, cuando hogar y escuela caminan unidos, ninguna tormenta digital podrá destruir el amor, la guía y la presencia de quienes deben educar integralmente las mentes de jóvenes y niños.
Seis tips para docentes |
1. Abordar el ciberbullying en clase sin banalizarlo. 2. Crear espacios de diálogo reflexivo en orientación o tutoría. 3. Incluir ciudadanía digital en las asignaturas. 4. Establecer normas claras de convivencia en redes. 5. Acompañar emocionalmente a las víctimas. 6. Trabajar con el grupo: no aislar, sino integrar y educar. |
Seis tips para padres |
1. Poner límites y horarios para el uso de pantallas. 2. Conversar sobre lo que sus hijos ven, comparten o hacen en línea. 3. Dar ejemplo con su propio comportamiento digital. 4. No compartir ni reenviar contenido hiriente. 5. Estar atentos a cambios de ánimo o conducta. 6. Participar activamente en la vida escolar. |
BIBLIOGRAFÍA
1. La educación de las virtudes humanas, David Isaacs.
2. Ciberbullying. Prevenir y actuar en familia y escuela, María Zabala.
3. La vida que florece, Martin Seligman.
4. Convivencia escolar y ciudadanía digital, Fundación Integra.
5. Los 7 hábitos de los adolescentes altamente efectivos, Sean Covey.
6. UNICEF: informe sobre ciberacoso y adolescencia, (última edición).
Revisa nuestro contenido en todas las plataformas desde un teléfono hasta nuestra revista en papel.
Mantengamos la conversación, búscanos en twitter como @grupoEducar
Tweets by grupoEducarIngresa a nuestra comunidad en Facebook y profundicemos el debate.